lunes, 21 de enero de 2013

KERIGMA y LEGIÓN DE MARÍA


I.- No pueden seguir las cosas tal y como están. Este podría ser el resumen de estas jornadas de pastoral que hemos podido disfrutar. Es una pena que no todos los legionarios de María las hayan podido vivir. Unas jornadas que han sido un eco de los deseos del santo Padre Benedicto XVI en su carta apostólica “Porta fidei” en la que hace una llamada comprometida, no solo por conocer la fe y robustecerla, sino también a entregarla a los demás en esto que se está llamando desde hace un tiempo la “nueva evangelización”. Tanta es la preocupación del Papa sobre este  tema que el último sínodo de los obispos ha versado sobre la nueva evangelización, como fruto del mismo se espera una Exhortación Apostólica del Papa y se ha creado en Roma un nuevo Dicasterio sobre este tema.

II.- ¿Cómo hacer esta nueva evangelización? Se nos ha recordado en estas conferencias que sin que haya un anuncio formal del llamado “Kerigma” estamos edificando sobre arena. ¡Cuántas actividades de la Iglesia sin fruto, cuántas catequesis de niños o adolescentes no han llegado al fin deseado porque no ha habido una expresión formal del Kerigma (anuncio cristiano, la buena nueva cristiana)! Si, damos conocimientos vagos de la historia sagrada, conocimientos intelectuales más o menos profundos…pero no están fuertemente enraizados en el centro de la salvación.

III.- Los escritos de los apóstoles dejan claro que la fe comienza por el oído, esto es, el Señor nos atrapa por el oído, como se sacan del mar los peces por los oídos. Cuando los apóstoles llegaban a los nuevos sitios para evangelizar, no se hablaba del matrimonio, ni del rezo del rosario….les hablaban de la novedad cristiana, del centro del mensaje de la salvación. Después habría tiempo de hablar de lo demás. Entonces, me diréis, ¿de qué hablaban, qué les decían para que abandonasen su religión para aceptar el cristianismo? Esos hombres y mujeres aparentemente eran también religiosos: tenían sus dioses, los rezaban. ¿Entonces? Esos hombres adoraban a sus dioses por temor, para que les beneficiase en algún asunto, pero bien sabían ellos que no eran conocidos por ese ser superior y que los despreciaba por su mísera condición humana. En realidad a esos dioses  les importaba muy poco la vida del hombre.

          Algo similar pasa hoy. Hay una fe difusa, es decir, sí una cierta fe en un Dios que haya creado esto, una fuerza cósmica o algo, que  está distante y sin capacidad de conocimiento personal de nosotros o que se ha desatendido de sus obligaciones con el hombre y una fe en que algo ha de haber después de la vida porque si no, mal negocio es este. Como veis la realidad de hoy es algo similar con la que los primeros evangelizadores se encontraron cuando llegaban a los sitios.  Tenemos una dificultad, si queréis, mayor, porque muchos de los que dicen creer en esa fuerza cósmica o en nada superior, provienen de una cultura aparentemente cristiana, se creen saberlo todo de la fe, son capaces de enjuiciar sin conocer en profundad, tienen el “colmillo retorcido”. Ante todo esto, ¿qué hacer? Unos dicen recemos por ellos, eso está bien, muy bien, pero hay otra cosa que podemos hacer y que la Legión ha de seguir haciendo con nuevas fuerzas, pues para ello fue creada, que es la nueva evangelización. Pero, ¿cómo hacerlo? Ya lo estamos comentado desde el principio: proclamando el Kerigma. ¡Qué palabrota, me diréis! ¿Qué es eso?:

Recuperar el primer anuncio cristiano y para ello es necesario que cada legionario de

María y la Legión en su conjunto sienta la necesidad de salir en busca de la oveja

perdida, y que lo haga con el entusiasmo de los primeros cristianos que no sólo hablaban de ciertos conocimientos, sino de su propia experiencia personal de Jesucristo.

 

Vale, me diréis. Pero ¿en qué consiste el primer anuncio cristiano?

ü  Que Dios es AMOR, que es un Dios personal, que quiere decir, que me ama individualmente, personalmente, que me ama con amor eterno (Jer 31,3), que me conoce por mi nombres (Is 43,1), que incluso me tiene grabado en la palma de su mano (Is 49, 15-17). Que me ama gratuita e incondicionalmente sin mérito mío (Dt 7,7-10), que no le importa ni mi pasado (Is 1,18) ni mi condición actual amándome tal y como soy (Os 14,5). Que por amor me ha creado sin que tuviera ninguna obligación a hacerlo para hacerme como Él; que Él ha tomado la iniciativa (Gen 1,26) y que quiere hacernos hijos suyos (Is 55,8). Que por mí ha tomado carne de la Inmaculada Virgen, que en esa cueva de Belén en sus lloros estaba mi nombre; que ha predicado pensando en mí; que ha muerto y ha resucitado por mí.

 

Este por tanto es el meollo del Kerigma cristiano: DIOS te ama, se ha hecho hombre

por ti,  ha muerto y resucitado por ti. Os pregunto de verdad: ¿cuántos de nuestros paisanos han escuchado esto de verdad de los labios de alguien? Me responderéis: esto en la Iglesia se dice contantemente, que Cristo ha muerto por todos…..pero ¿por mi? Esta novedad del anuncio cristiano tambaleó las durezas del corazón de muchos, pues esta semilla tan pequeña, con la gracia fue haciendo que hiciera un gran socavón. Es que la Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que penetra hasta lo más hondo de ser humano (cf. Heb). Estas afirmaciones es el inicio del kerigma, pues hay que hablar de la esclavitud del pecado, del pecado personal, de la liberación que el Señor Jesucristo me ha hecho sin esfuerzo por mi parte, que mueve a la conversión y aun estilo de vida distinto en la Iglesia por el Espíritu Santo.

         Es lo que tenemos que hacer en nuestros contactos callejeros, en nuestros puerta a puerta, en nuestros contactos personales: presentar este primer anuncio cristiano. Esto, evidentemente ha de suponer un cambio de estrategia, si queréis llamarlo así, o de metodología, pero tenemos que seguir siendo la Legión de María y cada legionario particularmente la avanzadilla evangelizadora de la Iglesia.

         Por la acción del Espíritu Santo que nos alcanza la Virgen Santísima lo podemos hacer y muy bien, si somos dóciles como Ella.

martes, 8 de enero de 2013

ANNUNTIO GAUDIUM MAGNUM

El próximo día 14 de febrero, D.m., en la Universidad San Dámaso de Madrid, tendré la defensa de mi Tesis Doctoral. Deo Gratias.