Ante las próximas elecciones municipales y autonómicas, las maquinarias de los partidos políticos están poniéndose a funcionar, si es que un día se encuntran paradas. El partido gobernante intenta que no se conviertan en un castigo ante la situación económica y social, repitiendo que el electorado ha de verlas no como un castigo al gobierno central, ya que no son elecciones generales, y recordando que sólo son elecciones administrativas. Creen que no recordamos que sus antepasados socialistas convirtieron unas meras elecciones municipales del 12 de abril de 1931 en algo más, y que ante una peculiar victoria republicana, derrumbaron no unos ayuntamientos, sino un mismo sistema político con la marcha de la Corona e instaurándose un nefasto régimen que nos condijo a una guerra civil.
Nos creen desmemoriados. Pero estos mismos no levantaron la voz ante los "matrimonios del mismo genero", ni de la ley del aborto. No he oído ninguna crítica interna en sus foros ni en la opinión que criticara a su secretario general por lo que estaba haciendo o por su inacción en los asuntos económicos- por no dejar de salir en la foto como decía aquél antiguo socialista- que nos han llevado a la crisis total que vemos. Por tanto, no solo votaremos a su gestión en los ayuntamientos o en las regiones, sino sus silencios, defensas y aplausos a la acción del gobierno central o sus críticas su nefasta gestión.
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