viernes, 8 de julio de 2011

QUÉ MAS QUISIERA YO....

Un día como hoy, a las 12 de la mañana del año 1990, fui ordenado sacerdote en la Catedral de Toledo. Han pasado 21 años de servicio imperfecto a la Iglesia y a las almas.

Don Agustín, cuando me estaba revistiendo para celebrar mi Primera Misa, me apartó y con mucho secreto me dijo que era ese momento para pedir al Señor muchas cosas, que te las concedería todas. Entre otras, pedí la gracia de celebrar la Misa con devoción y unción, de no caer en la rutina sacramental.
Era verdad lo que me dijo el santo de don Agustín, pero sigo pidiendo al Señor mientras me revisto, que celebre la Misa como si fuera la primera, la única, la última.

Esta canción de Perales refleja un estado de añoranza del pasado....Mi única dolor es saber que han pasado muchas gracias por mis manos, y que pocas se quedaron en mi, que sigo siendo tan imperfecto como entonces, o quizá más aún.

Pero me vuelvo a poner en manos de la Virgen y la digo gritando "sub tuum praesidium..." y me quedo tan tranquilo.

2 comentarios:

Antonio de Mari Carmen dijo...

Muchas Feliciades D. Gustavo. No es un año más, es otro año heroico de la historia de la salvación de la humanidad a través del aparente modesto desempeño de tu sacerdocio.

Esperamos poder durante muchos años más seguir siendo testigos y agraciados del amor a la Señora que nos inculcas, de la devoción a la Eucaristía que nos contagias y de la alegre proximidad del sacerdocio que nos brindas.

¡Bendito sea Dios en sus sacerdotes y consagrados!

Gustavo Adolfo Conde Flores dijo...

como te tengo engañada Mary Carmen