sábado, 7 de enero de 2012

PERLAS DEL CARDENAL SEGURA EN TOLEDO (V)

1.- Si aún después de la acción demoledora del tiempo y de las consecuencias funestísimas de las leyes desamortizadores que redujeron a la Iglesia española a las humillantes indigencia; si después de los diversos actos de vandalismo llevados a cabo a mansalva en los tesoros de nuestros templos durante los últimos siglos(…) todavía puede la Iglesia de España ataviarse con las más preciadas joyas en sus solemnidades religiosas, fácil es adivinar el esplendor que revistirían las fiestas eucarísticas españolas del Corpus Christi en nuestro siglo de oro.
Mas si bien hoy por un lado la pobreza suma se desarrolla nuestro culto y por otra la descristianización creciente de nuestro pueblo han hecho que no responda a nuestra tradición gloriosa la celebración actual de las fiestas eucarísticas del Santísimo Corpus Cristo en España, sin embargo es cierto que este decaimiento se debe también en parte muy principal a la apatía de los buenos católicos que es necesario combatir enérgicamente.

2.- Nunca, como hasta ahora, se ha sentido la necesidad de amparar a la familia cristiana. Es tan tenaz, tan general, tan despiadado el ataque que se ha entablado en el mundo contra la familia en general, y contra la familia cristiana en especial, que si ella no fuera obra de Dios, bien podríamos temer su total ruina .De aquí que todos los medios de perversión y con abuso intolerable de la fuerza, procuren los que tienen las riendas del poder destruir la familia, comenzando su porfiada y funesta acción demoledora desde la escuela misma.Preténdese cegar la fuente misma de la familia cristiana, que es el santo matrimonio, al que sañudamente se combate con las armas más innobles desde la cátedra, desde la prensa, desde la tribuna, desde los parlamentos.sólo con una acción metódica sostenida, constante, perfectamente disciplinada, que se extienda a las leyes, a la enseñanza, a la prensa, a los espectáculos y diversiones, a las mismas instituciones sociales, se logrará contrarrestar los principios de disolución que por doquier amenazan la familia.

3.-Vienen anunciando paz, paz, y no obstante sus pomposas proclamas de paz, cada día se enciende más la hoguera de los odios enconados, no sólo entre las diversas naciones sino entre hermanos, con luchas intestinas que acabarán con la pública tranquilidad y con la prosperidad de los pueblos.

4.-: Jesús ha de reinar en nuestras leyes; ha de reinar en nuestras costumbres; ha de reinar en nuestras instituciones. Y ha de reinar solo, porque él solo tiene derecho a reinar.los católicos españoles- aún los buenos católicos españoles- tal vez no se examinan debidamente sobre el cumplimiento de estos deberes que les impone el derecho sacratísimo del Corazón de Jesucristo de reinar socialmente en España (…) Y Jesucristo reinará socialmente en España cuando la sociedad española acate su divina soberanía, cuando no haya ley que contradiga a los eternos principios de su doctrina, cuando en la sociedad española se le rindan el culto y el obsequio debidos. Sólo entonces podrá decirse que es un hecho el reinado social de Jesucristo en España.






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