jueves, 30 de septiembre de 2010

VIA LACTEA


Los caminantes que se dirigían a Santiago a ganar la "gran perdonanza" miraban al cielo buscando en la situación de las estrellas el camino a seguir. Nuestra misma "Vía Lactea" es llamada así por el blancor que recuerda a la leche.
Nosotros, los cristianos, en el camino de la vida que nos ha de llevar a nuestra verdadera patria, el cielo, también miramos al cielo buscando seguridad en la larga caminata. En estos últimos días de septiembre y primeros de octubre, el santoral se convierte en una vida luminosa que hace que toquemos pie y de esta confianza se avance más y mejor: los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, san Vicente de Paul, san Jerónimo, los Ángeles Custodios, san Francisco de Asís, de Borja, los santos dominicos martires de Corea, y la Virgen Santísima con la advocación del Pilar, componen una via lactea, una via santa que nos orientan a seguir caminando a Jesucristo, puerto de salvación.

lunes, 27 de septiembre de 2010

FALTA DE HISTORIA


Ayer escuchaba las declaraciones del Tomas Gómez, precandidato a a la Comunidad de Madrid que sin sonrojo alguno dijo: Estoy orgulloso de la historia de mi partido, del Psoe. Yo me quedé completamente sorprendido, incluso me llevé las manos a la cabeza, preguntándome si este buen hombre conoce lo que dice estar orgulloso. Sinceramente creo que si la conociera no hubieran salido dichas manifestaciones de su boca.



  • Desde que fue fundado por el marxista Pablo Iglesias, el Psoe fue un elemento desestabilizador dentro de la llamada Restauración, que iba dando pasos, como los demás países europeos lo hacían, de pasar del liberalismo a la democracia. Fruto de su labor desestabilizadora, junto con el anarquismo tan fuerte que había en la época, fue la caida del sistema restauracionista y la llegada al poder del general Primo de Rivera por un golpe de estado aceptado por el S.M el rey Alfonso XIII con el aplauso generalizado de toda la sociedad, incluído del partido socialista. Fueron estos años de la llamada dictablanda, en la que Largo Caballero,miembro eminente del Psoe, fue Consejero de Estado, colaborando estrechamente con esta alegalidad constitucional , aprovechándose de ella, pues a su caída, bien estaba ya la UGT como su mismo partido en una envidiable situación frente a los partidos dinásticos o liberales que habían sido duramente tratados por el poder militar.


  • Llamar al Rey "traidor" por aceptar el golpe, cuando ellos habian echo lo mismo no es objeto de orgullo, cuando además junto con los siempre presentes "tontos utiles" de la derecha, se hace dependerde unas elecciones administrativas en un plebiscito sobre la forma de estado. No es para estar orgulloso de dividir a España radicalmente y elaborar una constitucion, la del 31, que significó, en palabras del primer presidente de la republica, la de media España contra la otra media y favorecedora de guerra civil.


  • No es para poderse medallas la actuacion del psoe durante la republica a la que vieron siempre como un medio burgués para conseguir la "dictadura del proletariado", como lo vemos en las palabras de dirigentes socialistas es ese periodo y que sus prisas por conseguirlo se levantaron contra el gobierno legítimo de la II republica , alla en 1934, con lo que se dio por llamar la revolución de octubre. No voy a entrar en detalles de muertes en estos días, de un levantamamiento contra la legalidad orquestada por el el psoe.


  • Tampoco es para orgullecerse de las tropelías causadas por las ordas socialistas durante la contienda civil: matanzas indiscrimidas de católicos por solo ser eso, y de adversarios políticos que vieron enemigos que habían de matar.


  • Y si ya hablamos de la época socialdemócrata del psoe en la transición: La muerte de niños inicentes por el aborto cruel, la manipulación en la educación de los niños, del intento equivocado de matar a los etarra con los GAL, con la corrupción generalizada hastas su caída en el 96....

No es para sentirse orgulloso de la historia de su partido, no. Busque otra expresión, pero eso de orgullo....como que no.

domingo, 19 de septiembre de 2010

PONIÉNDONOS A PUNTO



El viaje del Santo Padre a Gran Bretaña ha sido importantísimo por todos los discursos y homilías que ha ido pronunciando que debemos leer y meditar.





  • Sin ir mas lejos a los jovenes y niños que se encuentran en los colegios católicos les dice:

    * Espero que, entre quienes me escucháis hoy, esté alguno de los futuros santos del siglo XXI. Lo que Dios desea más de cada uno de vosotros es que seáis santos. Él os ama mucho más de lo jamás podríais imaginar y quiere lo mejor para vosotros. Y, sin duda, lo mejor para vosotros es que crezcáis en santidad. (...) Cuando os invito a ser santos, os pido que no os conforméis con ser de segunda fila. Qué fácil le hubiera sido y muy aplaudido por el pensamiento que quiere que sea el único que les hubiera animado a vivir ramplonamente la vida, sin altas miras, sino en el día a día, viviendo el momento sin horizontes de eternidad, y animándoles a enfangarse en una vida vulgar y sin brillos especiales. No les pide que sean buenos chavales, sino que sean SANTOS, que no sean de segunda fila. Aunque estas palabras están dirigidas a los jóvenes bien las podríamos aplicar a nosotros los legionarios al retomar mas profundamente nuestras actividades apostólicas. Nuestra querida Legión fue fundada para esto: para que sus miembros seamos santos, y no de segunda división, no de segunda fila. Nuetsras reuniones,nuestras actividades apostólicas, nuestros retiros o ejercicios, nuetsras convivencias familiares están pensadas para esto: para que seamos santos de primera división. Hemos de aprovechar todo lo que la Legión nos brinda para poderlo ser. No os contentéis con ser mediocres, les dijo el Papa también. No nos contentemos con un "ir tirando", en cubriendo las cosas más o menos, sino siempre hemos de aspirar a más altas cotas. Podría ocurrir que después de mucho tiempo en Legión, Legión no haya pasado por nosotros, no hayamos asumido ni su estilo,ni sus valores, sino que sigamos tal cual con un mero barniz de compromiso apostólico. Las palabras siempre entusiasmantes del Papa nos han de hacer reflexionar y animar a vivir profundamente nuestro carisma sin medias tintas, sin quedarnos a la orilla del rio guardando la ropa por si acaso...


  • Hablando del Beato John Henry Newman el Papa ,que tanto influyó a nuestro amado fundador, enseña que como hombres y mujeres a imagen y semejanza de Dios, fuimos creados para conocer la verdad, y encontrar en esta verdad nuestra libertad última y el cumplimiento de nuestras aspiraciones humanas más profundas. En una palabra, estamos destinados a conocer a Cristo, que es "el camino, y la verdad, y la vida" (Jn 14,6). Solo de ese conocimiento vendrá nuestra verdadera felicidad. Cuando comenzáis a ser amigos de Dios, todo en la vida empieza a cambiar. A medida que lo vais conociendo mejor, percibís el deseo de reflejar algo de su infinita bondad en vuestra propia vida. Os atrae la práctica de las virtudes. Comenzáis a ver la avaricia y el egoísmo y tantos otros pecados como lo que realmente son, tendencias destructivas y peligrosas que causan profundo sufrimiento y un gran daño, y deseáis evitar caer en esas trampas. Empezáis a sentir compasión por la gente con dificultades y ansiáis hacer algo por ayudarles. Queréis prestar ayuda a los pobres y hambrientos, consolar a los tristes, deseáis ser amables y generosos. Cuando todo esto comience a sucederos, estáis en camino hacia la santidad.


  • La vida de Newman nos enseña también que la pasión por la verdad, la honestidad intelectual y la auténtica conversión son costosas. No podemos guardar para nosotros mismos la verdad que nos hace libres; hay que dar testimonio de ella, que pide ser escuchada, y al final su poder de convicción proviene de sí misma y no de la elocuencia humana o de los argumentos que la expongan. El apostolado que hacemos no depende de nuestra preparación teológica, sino de la acción del Espíritu. La Verdad que llevamos en nuestra pequeñez tiene en si una fuerza tal, que aunque a aveces parezca que hemos fracasado en nuestros apostolados, como nos recuerda el Manual, son retrasos de victoria, porque la verdad que entra por el oído va carcomiendo progresivamente la oscuridad de la mentira y de la duda. Eso no quita que no tengamos que preperarmos cada día más que sepamos más de la profundidad de nuestra fe... Tenemos medios al alcance que tenemos que usar para que esto sea asi y que la Legión va a poner a nuestro alcance. Por tanto no nos desanimemos cauno veamos que nuestras palabras paracen que se las lleva el viento. La Verdad se va abriendo paso auqnue no lo veamos rapidamente. El Beato Cardenal Newman dice a los laicos: “Quiero laicos que no sean arrogantes ni que disputen, sino que conozcan su religión, que sepan lo que defienden, lo que mantienen y lo que no, que conozcan su credo tan bien que puedan dar una explicación de él”. ¿No véis su influencia en el estilo que nuestro Fundador ha querido para la Legión?: Laicos humildes la modo de la Virgen Santísima que vivan entre ellos como en el hogar de Nazaret, que se vayan formando cada día más y mejor en la fe para que así el Espíritu encuentre un campo abonado para hacer llegar a los demás la genuína fe en Jesucristo que nos ha llegado inalterada por su acción en la Iglesia.


  • Termino con un texto del Beato Newman sobre la Virgen Santísima: «¿Quién puede apreciar la santidad y la perfección de Aquella que fue elegida para ser la Madre de Cristo? ¿Qué dones debió tener, quien fue elegida para ser el único familiar más cercano en la tierra al Hijo de Dios, la única a quien Él estaba obligado por naturaleza a venerar y admirar; la escogida para guiarle y educarle, para instruirle día a día, a medida que crecía en sabiduría y en estatura?» De su amor a la Virgen le llevó también a su conversión a la Iglesia Católica. Que nuestra admiración y alabanza a nuestra Señora nos lleve a vivir más en comunión con la Iglesia respirando así la plenitud de la verdad.

ALLOCUTIO DEL MES DE SEPTIEMBRE EN EL COMITIUM NUESTRA SEÑORA DEL SAGRARIO DE TOLEDO, EL 19 DE SEPTIEMBRE DE 2010,

DÍA DE LA BEATIFICACIÓN DE JOHN HENRY CARDENAL NEWMAN

YA ESTA EN LOS ALTARES


El Romano Pontífice a elevado a los altares al Cardenal de la Iglesia Romana John Henry Newman en Birmingham, donde fundara el Oratorio de San Felipe Neri, donde falleció y esta enterrado.


sábado, 18 de septiembre de 2010

HERMOSA VIGILIA DE ORACION


Ayer noche presencié la vigilia de oración que se celebró en Londres,como preparación a la Beatificación del Cardenal Newman, presidida por el Santo Padre. Como ayer entresaco alguna de sus ideas que expuso el Papa y una bella oración del Cardenal Newman que compuso y que fue leída delante del Santísimo.






Permitidme empezar recordando que Newman, por su propia cuenta, trazó el curso de toda su vida a la luz de una poderosa experiencia de conversión que tuvo siendo joven. Fue una experiencia inmediata de la verdad de la Palabra de Dios, de la realidad objetiva de la revelación cristiana tal y como se recibió en la Iglesia. Esta experiencia, a la vez religiosa e intelectual, inspiraría su vocación a ser ministro del Evangelio, su discernimiento de la fuente de la enseñanza autorizada en la Iglesia de Dios y su celo por la renovación de la vida eclesial en fidelidad a la tradición apostólica. Al final de su vida, Newman describe el trabajo de su vida como una lucha contra la creciente tendencia a percibir la religión como un asunto puramente privado y subjetivo, una cuestión de opinión personal. He aquí la primera lección que podemos aprender de su vida: en nuestros días, cuando un relativismo intelectual y moral amenaza con minar la base misma de nuestra sociedad, Newman nos recuerda que, como hombres y mujeres a imagen y semejanza de Dios, fuimos creados para conocer la verdad, y encontrar en esta verdad nuestra libertad última y el cumplimiento de nuestras aspiraciones humanas más profundas. En una palabra, estamos destinados a conocer a Cristo, que es "el camino, y la verdad, y la vida" (Jn 14,6).

La vida de Newman nos enseña también que la pasión por la verdad, la honestidad intelectual y la auténtica conversión son costosas. No podemos guardar para nosotros mismos la verdad que nos hace libres; hay que dar testimonio de ella, que pide ser escuchada, y al final su poder de convicción proviene de sí misma y no de la elocuencia humana o de los argumentos que la expongan. No lejos de aquí, en Tyburn, un gran número de hermanos y hermanas nuestros murieron por la fe. Su testimonio de fidelidad hasta el final fue más poderoso que las palabras inspiradas que muchos de ellos pronunciaron antes de entregar todo al Señor. En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, pero a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado. Y, sin embargo, la Iglesia no puede sustraerse a la misión de anunciar a Cristo y su Evangelio como verdad salvadora, fuente de nuestra felicidad definitiva como individuos y fundamento de una sociedad justa y humana.

Por último, Newman nos enseña que si hemos aceptado la verdad de Cristo y nos hemos comprometido con él, no puede haber separación entre lo que creemos y lo que vivimos. Cada uno de nuestros pensamientos, palabras y obras deben buscar la gloria de Dios y la extensión de su Reino. Newman comprendió esto, y fue el gran valedor de la misión profética de los laicos cristianos. Vio claramente que lo que hacemos no es tanto aceptar la verdad en un acto puramente intelectual, sino abrazarla en una dinámica espiritual que penetra hasta la esencia de nuestro ser. Verdad que se transmite no sólo por la enseñanza formal, por importante que ésta sea, sino también por el testimonio de una vida íntegra, fiel y santa; y los que viven en y por la verdad instintivamente reconocen lo que es falso y, precisamente como falso, perjudicial para la belleza y la bondad que acompañan el esplendor de la verdad, veritatis splendor.

Por la fe, llegamos a ver la palabra de Dios como lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro sendero (cf. Sal 119,105). Newman, igual que innumerables santos que le precedieron en el camino del discipulado cristiano, enseñó que la "bondadosa luz” de la fe nos lleva a comprender la verdad sobre nosotros mismos, nuestra dignidad como hijos de Dios y el destino sublime que nos espera en el cielo. Al permitir que brille la luz de la fe en nuestros corazones, y permaneciendo en esa luz a través de nuestra unión cotidiana con el Señor en la oración y la participación en la vida que brota de los sacramentos de la Iglesia, llegamos a ser luz para los que nos rodean; ejercemos nuestra "misión profética"; con frecuencia, sin saberlo si quiera, atraemos a la gente un poco más cerca del Señor y su verdad. Sin la vida de oración, sin la transformación interior que se lleva a cabo a través de la gracia de los sacramentos, no podemos, en palabras de Newman, "irradiar a Cristo"; nos convertimos en otros “platillos que aturden” (1 Co 13,1) en un mundo lleno de creciente ruido y confusión, lleno de falsos caminos que sólo conducen a angustias y espejismos.

En una de las meditaciones más queridas del Cardenal se dice: "Dios me ha creado para una misión concreta. Me ha confiado una tarea que no ha encomendado a otro" (Meditaciones sobre la doctrina cristiana). Aquí vemos el agudo realismo cristiano de Newman, el punto en que fe y vida inevitablemente se cruzan. La fe busca dar frutos en la transformación de nuestro mundo a través del poder del Espíritu Santo, que actúa en la vida y obra de los creyentes. Nadie que contemple con realismo nuestro mundo de hoy podría pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada, haciendo caso omiso de la profunda crisis de fe que impregna nuestra sociedad, o confiando sencillamente en que el patrimonio de valores transmitido durante siglos de cristianismo seguirá inspirando y configurando el futuro de nuestra sociedad. Sabemos que en tiempos de crisis y turbación Dios ha suscitado grandes santos y profetas para la renovación de la Iglesia y la sociedad cristiana; confiamos en su providencia y pedimos que nos guíe constantemente. Pero cada uno de nosotros, de acuerdo con su estado de vida, está llamado a trabajar por el progreso del Reino de Dios, infundiendo en la vida temporal los valores del Evangelio. Cada uno de nosotros tiene una misión, cada uno de nosotros está llamado a cambiar el mundo, a trabajar por una cultura de la vida, una cultura forjada por el amor y el respeto a la dignidad de cada persona humana. Como el Señor nos dice en el Evangelio que acabamos de escuchar, nuestra luz debe alumbrar a todos, para que, viendo nuestras buenas obras, den gloria a nuestro Padre, que está en el cielo (cf. Mt 5,16).

Y ahora, queridos amigos, sigamos con nuestra vigilia de oración para preparar nuestro encuentro con Cristo, presente entre nosotros en el Santísimo Sacramento del Altar. Juntos, en el silencio de nuestra adoración en común, abramos nuestras mentes y corazones a su presencia, a su amor y al poder convincente de su verdad. Démosle gracias especialmente por el testimonio perenne de la verdad, ofrecido por el Cardenal John Henry Newman. Confiando en sus oraciones, pidamos al Señor que ilumine nuestro camino y el camino de toda la sociedad británica, con la luz amable de su verdad, su amor y su paz. Amén.




Oh Jesús, ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que vaya.



Inunda mi alma de tu espíritu y vida.



Penétrame y aduéñate tan por completo de mí, que toda mi vida sea una irradiación de la tuya.



Ilumina por mi medio y de tal manera toma posesión de mí, que cada alma con la que yo entre en contacto pueda sentir tu presencia en mi alma.



Que al verme no me vea a mí, sino a Tí en mí. Permanece en mí.

Así resplandeceré con tu mismo resplandor, y que mi resplandor sirva de luz para los demás.



Mi luz toda de Tí vendrá, Jesús: ni el más leve rayo será mío. Será Tú el que iluminarás a otros por mi medio.



Sugiéreme la alabanza que más te agrada, iluminando a otros a mi alrededor.



Que no te pregono con palabras sino con mi ejemplo, con el influjo de lo que yo lleve a cabo, con el destello visible del amor, que mi corazón saca de Tí. ¡Amén!




viernes, 17 de septiembre de 2010

RETAZOS


El Santo Padre está dirigiendo unas hermosisimas palabras en estos dias intensos en Gran Bretaña que culminará con la Beatificación del Cardenal Newman pasado mañana. Traigo unos retazos del discurso del Papa a los alumnos de los colegios catolicos ingleses, sencillos pero, como todos los suyos, con una altisima profundad que nacen de una alta contemplación, sin duda:




Espero que, entre quienes me escucháis hoy, esté alguno de los futuros santos del siglo XXI. Lo que Dios desea más de cada uno de vosotros es que seáis santos. Él os ama mucho más de lo jamás podríais imaginar y quiere lo mejor para vosotros. Y, sin duda, lo mejor para vosotros es que crezcáis en santidad.



Quizás alguno de vosotros nunca antes pensó esto. Quizás, alguno opina que la santidad no es para él. Dejad que me explique. Cuando somos jóvenes, solemos pensar en personas a las que respetamos, admiramos y como las que nos gustaría ser. Puede que sea alguien que encontramos en nuestra vida diaria y a quien tenemos una gran estima. O puede que sea alguien famoso. Vivimos en una cultura de la fama, y a menudo se alienta a los jóvenes a modelarse según las figuras del mundo del deporte o del entretenimiento. Os pregunto: ¿Cuáles son las cualidades que veis en otros y que más os gustarían para vosotros? ¿Qué tipo de persona os gustaría ser de verdad?

Cuando os invito a ser santos, os pido que no os conforméis con ser de segunda fila. Os pido que no persigáis una meta limitada y que ignoréis las demás. Tener dinero posibilita ser generoso y hacer el bien en el mundo, pero, por sí mismo, no es suficiente para haceros felices. Estar altamente cualificado en determinada actividad o profesión es bueno, pero esto no os llenará de satisfacción a menos que aspiremos a algo más grande aún. Llegar a la fama, no nos hace felices. La felicidad es algo que todos quieren, pero una de las mayores tragedias de este mundo es que muchísima gente jamás la encuentra, porque la busca en los lugares equivocados. La clave para esto es muy sencilla: la verdadera felicidad se encuentra en Dios. Necesitamos tener el valor de poner nuestras esperanzas más profundas solamente en Dios, no en el dinero, la carrera, el éxito mundano o en nuestras relaciones personales, sino en Dios. Sólo él puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro corazón.

Dios no solamente nos ama con una profundidad e intensidad que difícilmente podremos llegar a comprender, sino que, además, nos invita a responder a su amor. Todos sabéis lo que sucede cuando encontráis a alguien interesante y atractivo, y queréis ser amigo suyo. Siempre esperáis resultar interesantes y atractivos, y que deseen ser vuestros amigos. Dios quiere vuestra amistad. Y cuando comenzáis a ser amigos de Dios, todo en la vida empieza a cambiar. A medida que lo vais conociendo mejor, percibís el deseo de reflejar algo de su infinita bondad en vuestra propia vida. Os atrae la práctica de las virtudes. Comenzáis a ver la avaricia y el egoísmo y tantos otros pecados como lo que realmente son, tendencias destructivas y peligrosas que causan profundo sufrimiento y un gran daño, y deseáis evitar caer en esas trampas. Empezáis a sentir compasión por la gente con dificultades y ansiáis hacer algo por ayudarles. Queréis prestar ayuda a los pobres y hambrientos, consolar a los tristes, deseáis ser amables y generosos. Cuando todo esto comience a sucederos, estáis en camino hacia la santidad.

No os contentéis con ser mediocres. El mundo necesita buenos científicos, pero una perspectiva científica se vuelve peligrosa si ignora la dimensión religiosa y ética de la vida, de la misma manera que la religión se convierte en limitada si rechaza la legítima contribución de la ciencia en nuestra comprensión del mundo. Necesitamos buenos historiadores, filósofos y economistas, pero si su aportación a la vida humana, dentro de su ámbito particular, se enfoca de manera demasiado reducida, pueden llevarnos por mal camino.

Una buena escuela educa integralmente a la persona en su totalidad. Y una buena escuela católica, además de este aspecto, debería ayudar a todos sus alumnos a ser santos

lunes, 13 de septiembre de 2010

FUEGO AMIGO


Lamentablemente hemos oido o leído esta expresión cuando un soldado ha muerto erroneamente por sus mismos compañeros de armas o por ordas aliadas. Es esa clase de "fuego" el que más duele, pues ha venido de filas amigas.

Esto mismo ocurre respecto a la Iglesia. De sus enemigos podemos sus ataques orquestados por los medios afines que a veces son meramente tontos útiles. Además, cosa curiosa, esos ataques nos purifican extraordinariamante e incluso, cuando critican nuestros ideales, hacen que nos reafirmemos más aún.

El que duele, el que hace daño, el que verdaderamente destruye es lo que proviene desde el mismo interior de la Iglesia:el fuego amigo. La llamada Asociacion de Teólogos Juan XXIII que mina la vida de la Iglesia, los católicos que se levantan ante el nombramiento de sus Obispos, los que ponen en tela de jucio el Concilio Vaticano II, los que enseñan una moral distinta a la que vive la Iglesia. o alguno de sus dogmas, los que celebran la Santa Misa sin respetar las normas litúrgicas pensando que ellos y no la Iglesia en su conjunto son los dueños de la Misa en la que pueden hacer lo que quieren, o los que se burlan del santo rosario y no enseñan a amar a la Virgen Santísima. Estos tontos útiles que los medios utilizan para intentar minar la unidad que Cristo ha querido que sea el distintivo de su Iglesia.

Recemos por estos fuegos amigos, para que un día dejen de ser fuego que dispare a todo lo que en la Iglesia se mueve, y entren un día a ser parte de la Comunión de la Iglesia.

jueves, 9 de septiembre de 2010

martes, 7 de septiembre de 2010

NUESTRO ANIVERSARIO

El 7 de septiembre del lejano 1921, vísperas de la celebración litúrgica de la natividad de la Santísima Virgen, un joven soñador llamado Frank Duff fundó el movimiento apostólico "Legión de María" en Dublín, Irlanda. Como todas las cosas de la Virgen comenzaron sin apenas ruido aunque muy rapidamente se extendió por toda Irlanda y por todo el mundo, y gracias a este movimiento son millones de católicos del mundo entero los que se han enrolado en la actividad apostólica de la Iglesia con el estilo de la Virgen.
Enhorabuena a todos los legionarios de María y a toda la Iglesia.


viernes, 3 de septiembre de 2010

CÓMO REZAR

Desde mi adolescencia he hecho oración en muchas ocasiones con canciones populares. No soy un tipo raro, no. Ni original, me temo. Santa Teresa de Jesús cantaba las coplillas populares aplicandolas al Señor, al igual que San Juan de la Cruz. También tengo noticias que el simpático San Juan Bosco lo hacía también. Recientemente he sabido que, de la misma manera, San Josemaría Escrivá hacía lo mismo, y se de buena tinta que muchos cristianos lo hacen también sin que nadie se lo haya indicado. A los jóvenes se lo digo y a veces creo que no llegan a comprenderlo del todo. Para que sea más facil de entender he hecho este "video", que de vez en cuando repetiré. Que ustedes recen bien.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

UNA DELICIA


Me regalaron para mi cumpleaños un libro de conversaciones con José Luis Perales,mi cantautor preferido. Es un libro preciosamente editado con unas preciosas fotografías en el que se analizan 130 canciones del conquense y donde queda reflejada su humildad, su saber hacer, su formación. Muchas curiosidades de su vida y de la motivación a componer: cómo de leer a mi gran tocayo Gustavo-Adolfo Becquer le vino su deseo de componer poesías que depues cobrarían vida más completamente con su sensible música. Es un hermoso tomo para coger una y otra vez, pues en sus páginas hay un poco de historia de los que nos ha marcado desde la adolescencia.
Si eres peralista, como yo, es un libro que has de tener cerca.