A las 4 de la mañana de ayer domingo murió el sacerdote y músico astorgano D. Antonio-Benigno Celada Alonso que a tantos sacerdotes ha intentado formar musicalmente en el Seminario de Toledo. Hoy por la mañana en su Astorga ha recibido cristiana sepultura.
Cuando fui al tanatorio de Toledo para rezar por su alma no pude menos de amocionarme. Muchos recuerdos vinieron a mi mente: las largas horas de ensayo en el Seminario, sus gritos enfadado porque habíamos desafinado o bien no habíamos matizado como él quería que hicíéramos la partitura...¡COIME! Mirándole me parecía que se iba a levantar en ese momento para regañarnos por algun desafine...Tuve la suerte inmensa de dirigir los ensayos cuando tuvo su primer infarto, de dar clase a los del grupo B como él decía en su nombre con mi amigo Freitas al piano,de ir con él a León a un congreso de pueri cantores y verle sufrir y gozar con la música...Todos estas acontecimientos hicieron que tuviera una unión especial con él, aunque en algunos momentos tuviéramos desencuentros musicales y también espirituales a la hora de vivir las cosas. Mi profesora de solfeo en el Conservatorio Jacinto Guerrreo que él fundó en Toledo Manola Herrejón decía que don Antonio era tan músico como sacerdote, que no sabía donde acababa la vocación musical y donde la sacerdotal. Sin embargo don Antonio fue sacerdote que quiso honrar al Señor con la mejor música que era capaz de componer o interpretar enriquieciendo así la Sagrada Liturgia, haciéndola, como dicen los orientales, más Divina aún.
Seguramente que ya ha tenido algún desencuentro en el cielo con santa Cecilia, patrona de la música, o habrá regañado al coro de los ángeles que alaban al Señor porque desafinan, porque no matizan...después de tanto tiempo cantando en el cielo. Y no digamos cuando se haya encontrado con don Marcelo.
Os pido una oración por su alma, o una cantada. Qua ya sabemos que el que canta y reza, reza dos veces.
2 comentarios:
Sin duda Pedro, sin duda. La Virgen a la que tanto quiso y a la que compuso lo mejor de su obra se lo habra pagado.
Buenos días, mi nombre es Santiago Sánchez Neira, fui testigo presencial y físico de su mal genio y de su excesiva disciplina y abuso de poder tanto psicológico como físico siendo niño en la Escolanía del Colegio Ntra. Sra. de los Infantes de Toledo. Allí te seleccionaba de manera inquisitorial acobardándote desde el primer momento. Ensayos tremebundos e interminables y violencia verbal incontenible.¡Yo tenía entonces ocho añitos! Esto también son huellas...y la de los bofetones, tiradas de pelo hasta arrancar mechones, y una auténtica paliza la que dio en un ensayo en el Seminario Mayor de Toledo a un compañero y amigo delante de nuestro propios ojos (éramos más de sesenta personas entre seminaristas e infantes) el día que lanzó las claves -lo hacía a menudo- a la cabeza y éste abandonó la formación. Amén de otras lindezas. Un maltrato en toda regla. No le resto por ello protagonismo a su mérito eclesial y musical. Tengo 48 años y aún no lo he olvidado...eso son huellas.
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