martes, 10 de febrero de 2009

REFLEJO DE LA SOCIEDAD


Se ha vuelto a montar mediáticamente con la muerte de la joven italiana Eulana. No me gustan ver programas de televisión en los que se habla de todo, ya sea de lo divino y de lo humano, por periodistas poco preparadas, indocumentadas, pero instrumentos del pensamiento único que se quiere imponer.

Lo último ha sido una periodista de Tele 5 en un programa de la tarde que veía ligeramente mientras merendaba frugazmente. Se ha atrevido a decir, sin movérsele un pelo recolocado con kilos de laca, que si se demostrara que el padre ha sido el causante de la muerte de su hija, ha sido un acto de amor, de compasión, de misericordia. Si esto es poco se ha atrevido a decir, que mienstras la Iglesia organiza manifestaciones en contra del aborto, de la eutanasia, NUNCA lo ha hecho en contra del hambre en el mundo.

¡INCULTA, INDUMENTADA y MALA!. Dígame qué institución utiliza más del 80% de sus ingresos en obras de caridad, quién es capaz de marchar a esos países de hambruna a acompañar sufriendo y ayudando en lo que se puede SIN ESPERAR NADA. Dígame que partido político hace eso, o bien dígame si usted que es tan compasiva y misericordiosa qué proporción de sus ingresos ganados tan fatuamente y malinformando hace llegar a los que menos tienen. La Iglesia no sale a la calle manifestándose en contra del hambre, sino promoviendo desarrollo real con la caridad cirdtiana organizada, como en el caso de la ONG católica "Manos Unidas". Y es que "obras son amores y no buenas razones".

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