lunes, 17 de mayo de 2010

ANTE EL X CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL EN TOLEDO



I. Dentro de breves semanas en Toledo se celebrará el X cCongreso Eucarístico Nacional al que debemos dar su importancia. La Iglesia española desea en esos días hacer una parada para volver a caer en la cuenta que la Sagrada Eucaristía ha de ser la fuente y la cumbre de toda la vida cristiana, de donde brota nuestra evangelización y hacia donde retorna todo.
II. Por eso el tema de estudio de hoy, por eso la lectura espiritual y ahora el allocutio sobre la Eucaristía para que nos vayamos ilusionando y así participar en lo que podamos en el Congreso eucarístico Nacional.
III. Dios escuchó los lloros y lágrimas del pueblo de Israel estando aún en la esclavitud de Egipto y se conmovió. Así, cuando veía a la humanidad en la oscuridad y en sombras de muerte, en la plenitud de los tiempos, la luz sin oscuridad alguna se encarna virginalmente en el seno inmaculado de la Virgen. Ya había preparado a su pueblo para que le pudiera comprender bajo distintas formas su futura presencia en medio de su gente como el maná en el desierto, el sacrificio del pan y vino del sumo sacerdote Melquisedec,…
IV. Mientras que el Señor utiliza hermosos cuentecillos con comparaciones para enseñarnos profundísimas enseñanzas, en la sinagoga de Cafarnaún su lenguaje fue totalmente realista: “el que coma mi Carne y beba mi Sangre habita en Mi y Yo en él…” Los allí presentes, aunque no había venido sobre ellos el Espíritu Santo, lo comprendieron y se escandalizaron, pues muchos le abandonaron. Palabras que alcanzarán totalmente su significado la noche del Jueves Santo cuando el Señor instituyó la Sagrada Eucaristía. Y si algo aún no comprendieron de esto el Espíritu Santo les va a recordar y ahondar en comprensión lo que Jesús había hecho y dicho.
V. Sabe, por tanto, de nuestras necesidades, que le necesitamos, que en Él no podemos hacer nada, que nuestro horizonte sin Él sería tenebre. Ya San Agustín enseña que como lo que comemos en el Santo Sacrificio del Altar es mayor que el que comulga, es Jesús el que nos hace parte de Él y no al contrario que ocurre cuando comemos cualquier alimento.
VI. La actitud de la Virgen ante Jesucristo ha de ser la nuestra cuando comulgamos:
Con humildad: reconociendo la grandeza del Misterio Santo que celebramos.



Con docilidad: así lo hizo Ella ante el Mensajero angelical, así lo hizo escuchando la Palabra de Dios y viviéndola. Así hemos de acoger al Señor Eucaristía abiertos “ en canal” y dejarnos moldear por la gracia divina.



Con agradecimiento: Ella alaba al Señor cuando visita a su pariente. Así hemos de ser agradecidos cuando recibimos el maná del cielo.



Como Ella, alimentando a al Cuerpo Místico de Jesucristo, como nos recuerda nuestro Manual, llevando a los demás que pode dejadez o desgana no se acercan a la Eucaristía, con sencillez pero con la fortaleza que nos da poseedores de la Verdad de la presencia Real y permanente del Señor en este Sacramento tan admirable.

Allocutio pronunciado en el Comitium "Nuestra Señora del Sagrario" de Toledo,

el 16 de mayo de 2.010

Legión de María.

No hay comentarios: