sábado, 10 de julio de 2010

QUE HERMOSOS SON NUESTROS SÍMBOLOS

Es emocionante ver por todas partes banderas de España, en los coches, en los balcones de las casas, ahora que se va acercando la final del mundial de Futbol y la posible victoria hace sacar de dentro los fervores patrios. Buena falta nos hacen en este momento en que la crisis esta golpeando cruelmente a tantas familias españolas.
Debido, quizá a que el anterior régimen español se envolvió en los símbolos que sos de todos, desde la transición nuestra hermosa e histórica bandera y su himno aletrado han quedado reducidos a los edificios públicos y poco más, siendo tildados de "fachas" a los que se atrevían a colocar la bandera española en su coche o en algún lugar de casa.
Es lo mismo que pasó en Italia después de la caída de Mussolini, o el Alemania con la caída de Hitler, o con los regímenes dictatoriales de Hispanoamérica, como seguramente pasará en Venezuela donde un partido se quiere fusionar totalmente y asumir como exclusivamente suyos los símbolos de todos. También tenemos entre nosotros la dificultad de la incultura de nuestros dirigentes, políticos, profesionales de la enseñanza, y de una "educación para la ciudadanía" que no explica a los chicos nuestra historia real que ayudaría a quitarnos ciertos complejos que los partidos nacionalistas periféricos siguen alimentando.
La llamada "bandera republicana" del 31, engendro histórico, es la bandera del único partido republicano que había durante la restauración borbónica, del partido radical republicano de Alejandro Lerroux que fue asumida como propia de la II república española como bandera, como la del PNV ha sido asumida como propia de las Vascongandas, o del partido nazi fue asumida por Alemania de Hitler.
La Bandera histórica española surgió con el Real Decreto de 28 de mayo de 1785, por el que Carlos III resuelve la realización de un concurso convocado para adoptar un nuevo pabellón de la Marina, eligiendo dos diseños: uno para los buques de guerra y otro para los buques mercantes (civiles), de entre las doce propuestas que le presentó Frey Antonio Valdés y Fernández Bazán, en esa época Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina (Ministro de Marina).[1] A fin de dar a conocer la nueva enseña, se promulgó una Ordenanza General, que en el tratado IV, título I, disponía:

Para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa Mi Armada Naval y demás Embarcaciones Españolas, equivocándose a largas distancias ó con vientos calmosos con la de otras Naciones, he resuelto que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de enmedio, amarilla, colocándose en ésta el Escudo de mis Reales Armas, reducido a los dos quarteles de Castilla y León, con la Corona Real encima; y el Gallardete en las mismas tres listas y el Escudo a lo largo, sobre Quadrado amarillo en la parte superior. Y que las demás Embarcaciones usen, sin Escudo, los mismo colores, debiendo ser la lista de enmedio amarilla y del ancho de la tercera parte de la bandera, y cada una de las partes dividida en dos partes iguales encarnada y amarilla alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño. No podrá usarse de otros Pavellones en los Mares del Norte por lo respectivo a Europa hasta el paralelo de Tenerife en el Oceáno, y en el Mediterráneo desde el primero de año de mil setecientos ochenta y seis; en la América Septentrional desde principio de julio siguiente; y en los demás Mares desde primero del año mil setecientos ochenta y siete. Tendréislo entendido para su cumplimiento.
CARLOS Rey

Señalado de mano de S.M. En Aranjuez, a veinte y ocho de Mayo de mil setecientos ochenta y cinco .


En 1793 se ordenó que este pabellón, utilizado hasta entonces sólo en los buques de guerra, ondeara también en los puertos y fuertes de la Marina, y finalmente en 1843, por Real Decreto de 13 de octubre, sancionado por la Reina Isabel II se ordenó que todas las unidades militares españolas utilizaran la misma bandera, por lo que desapareció la variante para «las demás Embarcaciones» (bandera mercante o pabellón civil). Aunque su uso de generalizó durante lo que quedaba de siglo, no fue hasta 1908 que la bandera rojigualda fue declarada oficialmente bandera nacional y se estableció la obligatoriedad de que ondeara en todos los edificios públicos. Este diseño se conserva hasta nuestros días, aunque ha habido constantes variaciones del escudo.
Tampoco nuestros hermoso Himno Nacional o Marcha Real es de Franco.

El origen del Himno Nacional está en un toque militar llamado "Marcha Granadera", de autor desconocido, que aparece recogido en 1761 en el "Libro de Ordenanza de los toques militares de la Infantería Española". El Rey Carlos III la declaró Marcha de Honor el 3 de septiembre de 1770, aunque fue la costumbre y el arraigo popular las que erigieron esta composición en Himno Nacional, sin que existiera ninguna disposición escrita.

Los españoles consideraron la "Marcha Granadera" como su Himno Nacional y la llamaron "Marcha Real", porque se interpretaba en los actos públicos a los que asistían el Rey, la Reina o el Príncipe de Asturias.

En 1870 el General Prim convocó un concurso nacional para crear un Himno Nacional. El jurado declaró el concurso desierto por considerar que ninguna de las marchas presentadas superaba en calidad a la "Marcha Granadera", y aconsejó que se mantuviera como Himno.

La Real Orden Circular de 27 de agosto de 1908 dispone que las bandas militares ejecuten la denominada Marcha Real Española y la Llamada de Infantes, ordenadas por el Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, Maestro don Bartolomé Pérez Casas.

Ójala que estos diás de fervor patriótico por la victoria del Campeonato Mundialde futbol o en su defecto ser sgundos en este campeonato, haga que se nos quiten los complejos del pasado y vibremos con nuestros símbolos nacionales



No hay comentarios: