Nos están robando la Navidad. No exagero. Mirando ya los adornos de las calles que se están colocando vemos estrellas, renos, palabras inconexas con mensajes poco navideños y escucharemos “villancicos blancos” sin ninguna referencia al nacimiento del Señor…
La Legión de María, el legionario, ha de estar siempre en la vanguardia y evangelizar estos días que se avecinan. Para ello os ofrezco algunas ideas que nos pueden ayudar a vivirlos mejor:
1. Hemos de volver a vivir inmersos en el “estupor”. Quizá los años nos pueden hacer caer en el costumbrismo y no asombrarnos que “Cristo, el Señor, sin dejar la gloria del Padre se hace presente entre nosotros de un modo nuevo: el que era invisible en su naturaleza se hace visible al adoptar la nuestra; el eterno, engendrado antes del tiempo, comparte nuestra vida temporal para asumir en sí todo lo creado(…) y llamar de nuevo al reino de los cielos al hombre sumergido en el pecado”. (Prefacio de Navidad II)
2. De la mano de la “llena de Gracia” hemos de adorar estos días al Enmanuel descubriendo que poca cosa no hemos de ser a los ojos de Dios cuando Él mismo ha optado por nosotros, y vivir entonces inmersos en la alegría que Ella vivió al saberse mirada en su humildad: se admira porque concibió virgen, se alegra porque alumbró al Redentor (del Prefacio de la Misa “Santa María, Madre de Dios”).
(continuará)
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