Desde que el Gobierno se lanzó hacia el aborto libre, todo el proceso, liderado por Bibiana Aído, ha ido jalonado de mentiras, verdades a medias o interpretaciones interesadas
Frases grandilocuentes para justificar la nueva ley del aborto. Ejercicios de demagogia como ese «busca el equilibrio» tan original de la ministra de Igualdad, pero que invita a reflexionar sobre si cabe mayor desequilibrio que matar al más débil. Otras muchas más falsedades acompañan la defensa del proyecto.
1. EL PROPIO TÍTULO DE LA NUEVA LEY YA MIENTE
El primer gran engaño es el nombre: «Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo». Para Gádor Joya presidenta de Derecho A Vivir «incluir el aborto en el contexto de la salud sexual y reproductiva es una aberración puesto que el aborto es malísimo para la salud de la mujer y deja terribles secuelas físicas como sicológico».
Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, alerta, además, de que esta reforma pretende «imponer la ideología de género y la perspectiva de salud sexual y reproductiva en el sistema de educativo y sanitario y a ello dedica sus 11 primeros capítulos».
Otra falacia que destaca el Real Académico Nacional de Medicina, Julio Cruz Hermida, eminente obstetra y firmante del Manifiesto en defensa de la vida humana: «Interrumpir es dejar de hacer algo que luego se puede retomar, el aborto es definitivo y para siempre. Basta de eufemismo, el aborto es un asesinato sin más».
2. EVITAR QUE LAS MUJERES PUEDAN IR A LA CÁRCEL
Ha sido el argumento más repetido. Se ha convertido en la coletilla preferida. La han esgrimido desde José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega, a Leire Pajín, Trinidad Jiménez, José Antonio Alonso y, por supuesto Bibiana Aído. La última vez, hace sólo una semana, durante la discusión en el Congreso de las enmiendas a la totalidad. «Buscamos la seguridad jurídica y eliminamos la amenaza del castigo de cárcel para las mujeres», aseveró.
Una afirmación gratuita cuando no se conoce ningún caso de encarcelamiento, como mínimo, desde que entró en vigor la ley del aborto aún vigente en 1985. Circunstancia que le recordó el diputado de UPN Carlos Salvador cuando le preguntó: «¿Ha ido alguna mujer a prisión en el último cuarto de siglo, señora ministra? Ninguna».
Y que Sandra Moneo del PP remachó con dureza: «La única seguridad jurídica que busca esta norma es la de aquellos que han hecho del drama del aborto un negocio; aquellos que necesitan de una nueva legislación para buscar la impunidad de sus abusos», las clínicas.
3. LA REFORMA PROPUESTA ES CONSTITUCIONAL
Lo aseguran de forma categórica los socialistas, pero en el mejor de los casos sólo podría ser considerado como un deseo. Pasar del actual sistema, que considera el aborto ilegal salvo en tres supuestos despenalizadores, al aborto libre conculca, según expuso la diputada popular, cual es la realidad: «La sentencia que el Tribunal Constitucional pronunció en abril de 1985 es muy clara al establecer que el no nacido es un bien jurídico constitucionalmente protegido por el artículo 15 de nuestra Carta Magna, una protección que, por tratarse de una vida humana distinta de la vida de la madre, merece protección desde el primer momento».
4. EL ABORTO ES UN DERECHO DE LA MUJER
«No es verdad -señala categórica Gádor Joya-. No está contemplado en ninguna declaración de derechos humanos. No existe el derecho a matar, existe el derecho a la vida».
5. UNA LEY QUE EQUIPARA A ESPAÑA CON SUS VECINOS
Desde el punto de vista del Instituto de Política Familiar, como explica su presidente Eduardo Hertfelder: «En la mayoría de los países de la UE15, nuestros vecinos, se considera al aborto como ilegal, pero despenalizados en determinados supuestos y con ciertas condiciones. Sin embargo, en la mayoría de los países de la ampliación (UE-27), básicamente países de la Europa del Este, el aborto es legal y sin condiciones hasta una determinada semana de gestación. Así y todo, solo en el 40% de todos los países se puede abortar sin necesidad de aducir causa en alguna determinada ocasión. Además, es mayoritario el establecimiento de un periodo de reflexión de alrededor de una semana, lo que no ocurre en la norma española».
Como apuntó Sandra Moneo, nos equipararemos a los antiguos países del bloque soviético: «Esta ley es el más claro y vivo exponente de lo que es el aborto libre, un sistema que solo tiene su reflejo en los antiguos regímenes totalitarios del Este, que siempre han utilizado el aborto como un método de planificación familiar, justo lo que hay que evitar».
6. RESPONDE A UNA DEMANDA SOCIAL
No sólo no existía ninguna demanda social, sino que el propio PSOE no la incluyó en su último programa electoral. Benigno Blanco ha llegado a la conclusión de que «el detonante que puso en marcha esta ley es la reclamación de las clínicas abortistas que están involucradas en procesos penales serios y ven que su negocio puede acabar con ellos en la cárcel. Entonces pidieron al Gobierno que les sacara de ese entuerto». Y es cierto que hasta que no surgió el caso Morín y sus trituradoras de de fetos, y las clínicas se entrevistaron con la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y con el entonces ministro de Sanidad, Bernat Soria, nadie en el Gobierno había hablado de cambiar la ley y justo después se anunció el nuevo proyecto. Si se ha producido alguna demanda social ha sido justo en el sentido contrario, en el de pedir más control. Dos mega-manifestaciones con pocos meses de diferencia para pedir la retirada de la ampliación del aborto y varias encuestas avalan el rechazo social a ampliar el aborto.
7. VA A SERVIR PARA REDUCIR EL NÚMERO DE ABORTOS
Para Gádor Joya vuelve a ser mentira este argumento: «Al contrario, el aborto aumentará porque se convierte en una prestación más de la seguridad social y porque la ley sigue sin proponer ayudas a las mujeres embarazadas».
8 ES UNA LEY CONSENSUADA Y DISCUTIDA
Muy consensuada y muy discutida, pero sólo por una parte. El Comité de Expertos encargado por Aído para elaborar el proyecto de ley estaba íntegramente formado por reconocidos abortistas. Ni una sola postura discordante pudo intervenir. En la comisión parlamentaria se dio voz a las clínicas abortistas.
9 ABORTO SIN PERMISO DE LAS MENORES
Asegura Aído que si una mujer de 16 años es mayor para casarse y tener hijos, también lo es para abortar sin consultarlo con sus padres. Se le olvida que no puede votar, ni beber alcohol, ni conducir y las voces de varios defensores de los menores han reclamado que las adolescentes cuenten con el apoyo familiar.
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