El parlamento regional de Cataluña está debatiendo si prohibir o no las corridas de toros en su región. La argumentación en contra es fácil: la corrida es algo inhumano, haciendo sufrir horriblemente a los pobres toros. El debate se está extendiendo a todos los foros.
Es sorprendente la sensibilidad actual por los pobres animales. Olvidan que los comemos en nuestra dieta ordinariamente.
Pero lo que es más soprendente es que aquellos que se levantan contra las corridas de toros son los que apoyan la ley del aborto, el asesinato de un ser humano. Hay más sensibilidad sobre los animales que sobre la dignidad del ser humano. Y es cuando no está Dios en el hombre, la razón se oscurece y nos hace caer en extremismos ridículos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario