El camino de la vida nos presenta gratas sorpresas entre tantas que no lo son tanto. Se va a conociendo a gente que no te deja ninguna clase de huella, mientras que otros sí que te la hacen. Uno de estos ultimos es mi amigo Álvaro. La Providencia hizo que fuera a las fiestras patronales de su pueblo y que entrablásemos conversación y...risas. Lamentablemente son pocos los muchachos católicos fervorosos que están comprometidos con la fe en Cristo resucitado. Y más raro que además...sea mago, mira tu por donde.
2 comentarios:
Bueno Gustavo muchas gracias por el comentario jeje, pero lo importante como tu dices es la amistad en Maria y en el Señor, ese Seguir sus huellas, poco a poco, a veces nos costará más otras veces nos costará menos, pero si estamos convencidos que vamos por el camino qeu el nos indica no tendremos que tener miedo...pues vamos a su lado.
Un abrazo grande y gracias por todo...
nos vemos pronto...quizás...
en algun archivo diocesano...
en una historica calle contando un misterioso echo jejeje!!!
O quizá tomando un Mcflurry de toblerone u oreo, jejeje
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