Juan Pablo II proclamó a santo Tomás Moro como patrono de los políticos porque fue consecuente con la fe hasta el punto de elegir a Dios antes que a los hombres. Sin embargo estamos presenciando políticos que no lo son tanto:
- Jose Bono Martínez. Es el que dijo eso de que no era de la Iglesia de Isabel la Católica sino de la de Nicolás Castellano. Es el que va a las rosquillas y quiso que si hija se casara en altar mayor de la Catedral de Toledo, el que se califica de católico y ha votado en el Parlamento la ley del aborto y se va a hacer responsable de la misma cuando la firme...Ja,ja,ja. Siempre hayn un tonto útil. Si Padre Ángel: no se le puede poner a José Bono como bandera, no se equivoque, aunque su mundo sea el de la alta política.
- Pepiño Blanco. Se ha autocalificado católico y ha defendido la ley del aborto sin apenas despeinarse y los matrimonios entre homosexuales.Je, je, je.
- Berlusconi, primer ministro italiano. Catolicísimo pero con una vida moral televisada al modo de la mansion playboy.
- Dolores de Cospedal. Se ha declarado católica y practicante, pero hace pocos meses se ha casado por lo civil. ¡Toma, Mooreno!
- Sarkozy, de la laica Francia, muy católico pero casado civilmente con la Bluni, ¡ya ves!.
- El gorila rojo de Venezuela Hugo Chávez, que se declara cristiano (ignoro si es para él sinónimo de católico) y persigue a la Iglesia Católica en Venezuela por no seguirle el juego, por denunciar su intrusismo en todos los niveles de la sociedad.
Y como estos, muchos más.
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