viernes, 23 de abril de 2010

A VUELTAS CON GUADALUPE


Me han comentado que en Extremadura se ha creado una plataforma civil, con el apoyo más o menos encubierto de los señores obispos extremeños, que reivindica el Monasterio de Guadalupe para la diócesis de Cáceres.


La petición no es nueva. Cuando fui ordenado sacerdote y enviado a Helechosa de los Montes (Badajoz) y anejos, ya se comentaba mucho de las presiones que los obispos ejercían al Nuncio del Papa en España, reivindicando para sí el Real Monasterio de Guadalupe. Al "nacionalismo" extremeño -je,je- parace ser que le sienta mal que cuando llega el día de la Virgen de Guadalupe sea el Arzobispo de Toledo, Primado de España, el que presida la Misa Solemne y no alguno de sus obispos, pero el resto del año se olvidan del Monasterio y los pueblos extremeños en sus realidades espirituales reales. Esgrimen los partidarios del extremismo, que es una anacronismo histórico que el Real Monasterio pertenezca aún a la Archidiócesis de Toledo, pero olvidan algunos aspectos que hay que tener en cuenta para seguir reivindicando o dejalo en paz.








  • Ya el Concilio de Liberis, en la Granada actual se indicó la necesidad de que el territorio diocesano coincidiese con el civil para evitar confusiones jurisdicionales entre los mismos fieles. Pero olvidan, que las provincias españolas han variado muchísimo, ya desde el imperio romano, como durante el reino visigodo, como durante y después de la Reconquista.....La Iglesia ha hecho y sigue haciendo un notable esfuerzo en este sentido, como lo demuestra la última distribución de las provincias eclesiásticas haciéndolas coincidia con el terrorio de las comunidades autónomas. Pero, lamentablemente, como en nuestro querido pais, nunca parece ser que hay nada definitivo, estamos ante un cambio constante y contínuo que desde luego no favorece la estabilidad eclesial.




  • El deseo de que el Real Monasterio pase a depender del obispado de Cáceres tendría su sentido y fuerza real, si va anexo el deseo de que TODOS los pueblos que actualmente son cuidados pastoralmente por la Archidiócesis Primada, fueran también asumidos por las diócesis extremeñas. Pero de eso, poco se oye, está en sordina. Es fácil reinvindidar Guadalupe que es atendido por la Orden Franciscana y muy dificil pedir los pueblos de la llamada "siberia extremeña" que supone enviar alli a sacerdotes diocesanos naturales de extremadura que NO quieren ir a esos sitios tan lejanos.




  • Dado que estuve en esos pueblos extremeños y conozco esa realidad, expongo aqui mismo lo que en su tiempo dije al Cardenal Cañizares cuando me preguntó un día sobre el tema: han de ir en el mismo lote Guadalupe y los pueblos extremeños que cuida Toledo, y los señores obispos han de asegurar que los van a cuidar al menos como esta Archidiócesis lo ha hecho secularmente. Mi Helechosa, conocedora que no hay vocaciones en los seminarios extremeños, que muchos pueblos de esas diócesis no tienen cura propio, se siente muy toledana, ante el peligro de perderle ante la pertenencia a cualquier otra diócesis.




  • Ya hemos visto en otras regiones españolas y europeas que cuando el nacionalismo artificioso quiere impregnar todo, ahoga la verdadera espiritualidad y el desarrollo cristiano. Que los señores obispos lo estudien bien, que para eso los pagan más.

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