Ayer día 25 de marzo celebrábamos la Solemnidad de la Anunciación del Señor en la que Dios toma carne en las entrañas purísimas de la Virgen. Ella es la Mujer del siempre SI, la que aceptó la voluntad divina tanto en el momento en este momento tan luminoso de Nazaret, tan gozoso, como en el momento tan ténebre al pié de la cruz, que dentro de unos días viviremos en el viernes santo. El domingo pasado en el Acies dijimos SI a la Madre de Dios para sea Ella en nosotros donde siga sirviendo a su Hijo Jesús. Es una maravilla gozosa sentirnos partícipes de su misión en el Cuerpo Místico que es la Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario