Si en el úlimo possit hablaba de un "mensaje encriptado" en la obra de Chesterton "El hombre que fue jueves" hoy os hablo de un mensaje a "cara descubierta" que todos los días en Telecinco se nos transmite con la fuerza de las imágenes después de los informativos del medio día. Una serie lamentable que nos hace ver que lo "normal" es que el padre de uno de los muchachos tenga un amante masculino, que uno y otro se acueste con una y con otra con la ligereza propia de neuronas mermadas.
Cuando era pequeño veíamos sorprendidos en la tele series yankis en las que veíamos situaciones morales extrañas en nosotros pero que ya hoy también son comunes. Hoy vemos estas series que sorprenden por su moral fuera de lugar pero que pretenden que se asimilen sus formas de vida y se vean como normales para que la misma sociedad las entreteja en sus mismas entrañas. Realmente son burdas pero sin embargo efectivas sus intenciones. Lo único positivo es que como es en la hora de la siesta, creo que esta serie tiene poca audiencia, pero el daño es grande entre los más jóvenes.
Dejémonos iluminar por la palabra del Papa en su reciente encíclica "Caritas in Veritate" de la que iremos hablando:
Cuando el Estado promueve, enseña, o incluso impone formas de ateísmo práctico, priva a sus ciudadanos de la fuerza moral y espiritual indispensable para comprometerse en el desarrollo humano integral y les impide avanzar con renovado dinamismo en su compromiso en favor de una respuesta humana más generosa al amor divino. Y también se da el caso de que países económicamente desarrollados o emergentes exporten a los países pobres, en el contexto de sus relaciones culturales, comerciales y políticas, esta visión restringida de la persona y su destino. Éste es el daño que el «superdesarrollo» produce al desarrollo auténtico, cuando va acompañado por el «subdesarrollo moral.(C.V.29)
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