El fragmento evangélico que la Sagrada Liturgia nos presenta este XVI domingo del tiempo ordinario Jesucristo aparece sensible al cansancio de los apóstoles que habían estado haciendo apostolado por los pueblos más cercanos. ¡Veniy y descansad! les dijo. Es lo mismo lo que nos dice tambien hoy: venid y descansad conmigo, apartáos un poco de las preocupaciones cotidianas. Y si además escuchamos buena música también nos ayudará a acercarnos a la Suma Belleza, como es el caso de la música de ENYA que su armoniosa belleza nos lleva a la Belleza Divina.
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