Ayer celebrábamos en Toledo la Soleminidad de San Ildefonso. En el marco del año sacerdotal, el Santo nos enseña que se pueden llevar a feliz término los ideales que el Señor hace nacer en nuestro corazón a la vez del sacerdocio. Si él pudo hacerlo también nosotros lo podemos hacer. Nuestro Ildefonso sí que fue realmente de "hormigón católico", como lo demuestra su vida y ministerio. Ójala los sacerdotes del siglo XXI estemos tan bien armados teológicamente como en santidad como él.
6 comentarios:
jejejejejejeje cosa güenna
¡Reclamo mis derechos de autora! Esa estupenda foto la saqué yo. Y sí, estás elegantillo con esa casulla de guitarra, aunque no sé si da mucha libertad de movimiento, tan "acartonada".
Un saludo cordial, "hormigonero"...
Es cierto, hermana Conhi. Suya es la foto y la expresión. Muchas gracias
Propongo formar el club de "hormigoneros católicos".
Me apunto como primer socio.
Ánimo y adelante.
Lo que va a dar de si....desde luego me gusta la expresión aunque la que lo inventó no lo hizo a modo de alabanza precisamente.
Eso es justo lo que atrae.....el morbo hormigonero.
Publicar un comentario