Ayer se hizo público que el jefe de los terroristas de eta , un tal Txeroki, fue detenido en un pueblo cercano a Lourdes donde vivía con su novia, con drogas y armas. Un angelito.
Esto me ha vuelto a reflexionar sobre el misterio de la libertad humana en el lecho donde me encuentro por la gripe. Tan cerca del lugar donde la Virgen nos hace reverdecer el bautismo, llamándonos a la conversión, y este tipo sumergido en el paganismo sin darse por aludido por mensaje mariano. Tan cerca de donde tantas multitudes peregrinan para encontrarse con el Amor Inmaculado de la Madre del Cielo, y él peregrinando para llevar la muerte sin sentido a tantas víctimas.
Es el misterio de la libertad humana. Se repite lo de la parábola del trigo y la cizaña. Crecen juntos, aparentemente no se ven diferencias, aunque sea tan distinto uno y otro. Dios, como ese sembrador, deja que crezcan juntos, aver si un día se dejan tocar el corazón, aver si un día ese corazón endurecido y encallado deja un resquicio al Amor de Dios, y pueda convertirse en un trigo bueno.
Este misterio de la libertad que tocamos todos los días. Ante el mismo estímulo, unos corresponden y otros no.
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