viernes, 28 de noviembre de 2008

¡ CÓMO HA PASADO EL TIEMPO !


Al medio día de hoy he recibido una llamada de mi indigno sucesor del que soy indigno antecesor: el Párroco actual de Helechosa de los Montes. Me ha vuelto a pedir, porque se había olvidado, una foto mía del tiempo en el que estuve alli de párroco desde 1990 a 1992 para ponerla junto con los demás sacerdotes que hemos ministrando por allí. Mientras he escaneado una fotografía que tenía de primer plano, se me han ido despertando recuerdos: olores a jara y al agua del Pantano de Cíjara, música de Enya que me acompañaba mientras iba a Bohonal de los Montes y al Poblado de Cíjara, paisajes maravillosos, rostros de personas y familias que colaboraron conmigo para dar un nuevo aire a la parroquia, anécdotas curiosas... de todo lo que los curas viejos llaman "el primer amor". Entonces esa expresión no la llegaba a comprender, pero conforme han ido pasando los años he ido descubriendo todo lo que esa expresión lleva consigo en relación con el sacerdote. Allí es donde has dejado tus primeras ilusiones, tus primeros fuegos apostólicos, donde te has dado "irracionalmente" sin parar a calcular esfuerzos o cansancios y amistades que durarán para siempre. Y conforme iba mandando la foto escaneada por correo electrónico, me iba emocionando, como si volviera por esas carreteras, por esas calles. Incluso mis ojos se humedecieron y una lágrima rodó por mi mejilla. Ese tiempo ya no se puede volver a recuperar. ¡Cómo ha pasado el tiempo!. Parece que fue ayer cuando desempaquetaba mis pocas pertenencias en la casa parroquial; cuando convencía a una buena mujer que hiciera nuevos ornamentos litúrgicos siguiendo el patrón que me dejaron las Monjas de Jesús y María; cuando enseñaba tocar guitarra a un batallón de muchachos con los que hice un coro hermoso; cuando tenía las reuniones con los catequistas para reorganizar la catequesis; cuando llevaba las imágenes guardadas y deterioradas de san Blás (que al restaurarla apareció un san Sebastián), de santa Olalla (que estaba en una ermita que actualmente está bajo el Pantano) y de Jesús con la cruz a cuestas al Arzobispado para que fueran restauradas; cuando el salón parroquial fue recuperado para su fin original: cuando pusimos la Virgen de piedra en el patio de la Iglesia... ¡Cómo ha pasado el tiempo y cuántas cosas hechas y con tan pocos fondos que la parroquia tenía!.


Las Carmelitas Descalzas de Navahermosa de las que fui capellán, en la sacristía donde los sacerdotes nos revestimos para celebrar la Misa, tenían un cuadro que decía: Sacerdote de Jesucristo celebra esta Misa como si fuera tu única Misa, tu primera Misa, tu última Misa. Mirando hacia Helechosa de los Montes, pido al Señor que sigan las cosas como entonces. Aunque ya no tenga el poco pelo que entonces tenía y peine canas y calva, sigo siendo aquél, como diría Raphael, con alguna arruga en el alma, pero con la misma frescura de entonces, sintiéndome dentro de la Novedad que me supera y a quien sirvo con toda mi alma.


1 comentario:

Pedro de Freitas dijo...

Tanta "indignidad"me confunde...!!!