Un juez de Valladolid ha sentenciado que un crucifijo que se encuentra colocado en un colegio público ha de retirarse porque ofende los sentimientos religiosos de los no creyentes.
Ahí van mis reflexiones sobre el caso:
- Se define la democracia como el gobierno de la mayoría frente la minoría respetándola. Entonces, si la mayoría superabsoluta de los padres y niños es católica, ¿por qué entonces un solo padre puede con todos los demás?. Es incomprensible, cuando las decisiones en todos los órganos se hacen por mayoría de votos, y la minoría ha de aceptarlas, aunque pueda no estar de acuerdo con ellas.
- Una de las conscuencias de esta sentencia entonces es que los signos religiosos han de desaparecer de los edificios públicos. ¿Cómo es que se permite que las niñas musulmanas vayan a la escuela con el pañuelo islámico?. Sorprendente.
- Los valores y las enseñanzas que lleva implícito el Crucifijo no tienen comparación con los que comporta el pañuelo islámico. Es comparar el día con la noche.
- Se fomentan, en pro del pluralismo religioso, la fe musulmana, para así debilitar la fuerza del catolicismo en España. ¿No es meter la zorra dentro del gallinero?
- Como denuncia el Cardenal de Toledo, hay una auténtica CRISTOFOBIA (ver homilía del domingo de Cristo Rey del Universo, http://www.architoledo.org/).
- Claro, es muy fácil y gratuito hacer burlas de la fe católica. Es curioso. No hacen lo mismo con la musulmana. ¿No somos todos iguales?
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