Así decíamos de pequeños: "el nombre de María, cinco letras tiene la M, la A, la R, la I, la A,.....MARÍA.
Es el nombre más dulce de mujer, el de nuestra Madre del cielo.
La M de Mirada misericordiosa que brota de un corazón lleno de ternura, como lo demostró con esos novios en apuros en Caná de Galilea.
La A de Amiga. Amiga de los pequeños, de los que se reconocen humildes como Ella y se dejan llenar de la gracia de Dios.
La R de "rumiadora". Sí, Ella meditaba una y otra vez la Palabra de Dios, como algunos animales hacen con la comida rumiándola una y otra vez para sacar todas sus proteínas. Así Ella es la maestra para estudiar en profundidad la Escritura Santa y volviendo a Ella una y otra vez ir sacando el tesoro que encierra.
La I de Inmaculada, llena de gracia, llena de limpia hermosura, radiante por su eterna juventud, por haber sido canal de Dios, transparencia de Dios, canal de salvación y ayuda.
La A de Amorosa madre, siempre discreta en segundo plano, pero muy efectiva y afectiva. Madre que apoya, que consuela, que ilusiona, que emociona, que nos lleva ser más de Jesús.
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