Se habla y se silencia mucho de la crisis económica que vivimos.
En 1975, uno de los grupos musicales más significativos del llamado rock sinfónico-Supertamp- y en plena crisis del petróleo, publicó su cuarto trabajo titulado Crisis, what crisis?. La portada del disco es ilustrativa: un hombre tomando el sol placidamente -en color- mientras que a su alrededor está lloviendo sobre las fábricas -en blanco y negro-. El hombre que está tan tranquilo con las gafas de sol y centrado en su descanso parece decir: Crisis, what crisis?(crisis, ¿qué crisis?).
Es lo mismo que he visto durante este verano en mi parroquia:nos hemos quedado en cuadro, muy poca gente en las Misas. Y por las calles lo mismo, no os creáis: poco tráfico,muy poca gente en los comercios.... Por eso digo lo que Supertramp: crisis, ¿qué crisis?. Quizá por costumbre la gente ha cogido las vacaciones sin sopesar lo que le viene a partir de septiembre, o bien ha pedido créditos para poder seguir llevando el tren de vida que hasta ahora se ha tenido y de puertas para adentro se vive con lo mínimo, para hacer ver a los demás que la crisis no va con ellos: los niños los mandamos a hacer cursos de inglés, mientras los papás de van al Caribe...
No sé si la crisis ha llegado, o no se quiere enfrentar con ella, o se quiere vivir de apariencias ante los demás. Lo cierto es que esta es la realidad que he visto.
Los que tenemos lo mínimo para subsistir y no tenemos que aparentar ante los demás de un alto nivel de vida, sí que podemos decir que la crisis la sentimos cuando hacemos la compra diaria.
Y no digamos de la crisis de valores, de fe, de sentimiento de pertenencia a la comunidad de creyentes...Como botón de muestra está la propuesta de reformar la ley del aborto y de legislar el suicidio voluntario. Es el hombre el que suplanta a Dios y dice lo que está bien y lo que está mal, dependiendo de las mayorías parlamentarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario