Esta mañana temprano recibí en el movil este mensaje de mi amigo sacerdote del alma Juan Manuel Miguel: acordáos de vuestros dirigentes... imitad su fe... un saludo en sta fiesta dl santo cura d ars en el año sacerdotal. Este año sacerdotal que el Papa ha convocado ha de servirnos para renovar nuestro sacerdocio, para volver a nuestro "primer amor" y permitirle que vuelva a la superficie y vuelva aflorar como antaño. En este día son dos ideas que me propongo :
- Cuando el Cura de Ars de dirigía a la población a la que el señor obispo le había destinado se encontró con un pastor al que le preguntó donde estaba Ars pues se había perdido. San Juan María Vianney le dojo después de escuchar sus expliacaciones: Tu me has enseñado el camino a Ars y yo te enseñaré cómo ir al cielo. El sacerdote ha de recordar siempre que el desarrollo verdadero del hombre es cuando sabe cómo ir al cielo
- Fue extremandamente pobre, dándolo todo, viviendo con lo mínimo. Sin embargo se volcaba con la Liturgia. Las mejores ropas de su tiempo las adquirió el párroco de Ars como se conservan en su Iglesia parroquial. Lo mejor para Dios y su culto. ¡Cuánto hemos de aprender!
2 comentarios:
Estimado Padre Gustavo: ¡Qué bonita meditación! Breve pero con mucho mensaje. Me dió mucho gusto encontrar su blog cuando trataba de encontrar la frase de San Juan Vianney que le dice al niño que le muestra Ars. ¡También me alegra ver que le gusta la tecnonolgía! Me animé a escribirle porque tal vez le guste colaborar en un proyecto que tengo para el Año Sacerdotal. Yo también tengo un blog http://familiacatolica-org.blogspot.com/ (muy nuevo por cierto) y en cada mes, durante este año, quiero mandar ideas de cómo celebrar en familia temas relacionados al Año Sacerdotal. Por ejemplo, el próximo mes son las vocaciones. Me pregunto si le gustaría participar escribiéndome, según su experiencia, cómo las familias podemos promover las vocaciones en nuestro hijos. Me encantará saber de usted. De nuevo, lo felicito por su ministeri en Internet. Todo por amor a Cristo.
Muchas gracias por su ánimo. Mis pobres fuerzas las pongo a su disposición.
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