San Juan de Ávila llega a decir categoricamente: "Más quisiera estar sin pellejo que sin devoción a la Virgen Santísima".
Podríamos aplicarnos esta máxima avilista en este mes de mayo y siempre. Sin la devoción a la Virgen nuestro seguimiento al Señor sería muy áspero, se haría muy cuesta arriba al creer que es imposible vivir las enseñanzas de Jesucristo. Sin embargo con Ella es todo más fácil. Cuando las tempestades parecen hacer zozobrar nuestra alma, Ella tranquiliza las aguas. Cuando no sabemos qué ruta coger, Ella como estrella segura nos indica la senda más acertada. Cuando las dudas tienden a esroscarse en la mente y en el corazón, Ella nos centra en la persona de Cristo y quedamos tranquilos. Cuando pensamos que la verdad es mera entelequia, que no es posible alcanzarla, Ella con su vida que da esplendor a la vida humana nos enseña que la Verdad es posible y que tiene nombre, Jesucristo. Cuando todo parece estas oscuro, muy oscuro, careciendo todo de sentido humano, Ella nos alivia las penas de tal forma que nos consuela y alienta, tal y como Ella hizo a su Divino Hijo.
Por eso, y con razón el Patrono de los sacerdotes españoles dejó escrito este pensamiento con el que comenzamos esta reflexión. ¡Qué crudo el lenguaje! ¿Qué seríamos sin pellejo?¿Qué seríamos sin Ella?
Vivo por Ella. Canción preciosa dirigida a la música. Aplica la letra dirigiéndote a la Virgen. Te emocionarás.
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