La víspera del llamado ampulosamente "Debate sobre el Estado de la Nación" la ministra de Sanidad anunció, como ya comentamos, la disctribución sin la necesidad de receta médica de la llamada "píldora del días después". Hoy, cuando las palabras gruesas del debate han quedado consignadas en el Diario de Sesiones del parlamento, hemos desayunado con la noticia del envío al Congreso del anteproyecto del aborto en el que las niñas menores podrán abortar sin el conocimiento de los padres, y se alargan los plazos para este asesinato infantil. Un macabro sandwinch de la cultura de la muerte aderezado con esa palabra mágica llamada "progresismo".
Nos vamos quedando cada día más solos en la defensa de la vida pero no nos debe angustiar. También el Señor Jesús se encontró solo ante el sanedrín, ante Pilatos, la Verdad despreciada echada fuera de Jerusalén.
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