Los llamados "progres" han perdido en el expresidente Bush el sentido de su vida. Y, ahora, ¿contra quien tirar? Se están cebando ahora en el gran Papa Benedicto XVI. Ha comenzado la cacería dando el pistoletazo de salida el parlamento belga, condenando al Papa por afirmar la doctrina moral sexual tradicional de la Iglesia. Ahora es el español el que quiere seguir sus pasos, como el sindicato de la "ceja".
Hasta ahora no he visto en ningun parlamente nacional que hayan condenado alguna afirmación de ningun jefe de estado sobre el tema que fuera. Y el Papa es un Jefe de Estado, aunque sea minúsculo. Tampoco he oído ninguna crítica de los llamados intelectuales, o de los mal llamados progresistas, a ningún religioso musulmán por animar a que la mujer siga siendo ciudadano de segunda división, tal y como lo hacen. ¿Por qué entonces la crítica a un Jefe Espiritual que rije a 1.000.000.000 de personas en todo el mundo?
Los que invocan los derechos del hombre, entre los que está el de la expresión, no desean que nadie católico, claro está, ponga en entredicho la moral "democrática" que se quiere impulsar desde los parlamentos, dando la espalda a la moral natural.
Ya hay un nuevo objetivo que derribar. Pero no saben que el Papa tiene una asistencia personal del mismo Cristo del que es su Vicario, y de la ayuda de la oración de todos los fieles que oramos por su persona e intenciones. El poder del infierno no le derrotará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario