Después de hacer la Primera Comunión, mis padres consiguieron que me aficionara a leer gracias a las aventuras de "Los Cinco". Posteriormente cayeron en mis manos las novelas de Agatha Christie y de otros autores juveniles que me hicieron consolidar en el "el vicio" de la lectura.
Siguen saliendo en el panorama literario nuevos autores que con su frescura consiguen que no perdamos las ganas de leer, saliendo así de nuestro mundo limitado.
Uno de ellos es la escritora sueca Camila Lackberg. Su primer novela titulada "La princesa de hielo" tiene una argumentación prefectamente trabada. Sus personajes están retratados magistralmente en su psicología, y su trama te engancha de tal forma que te da pena que se vaya acabando el libro. Sigue la estela de Agatha Christie y bien podemos decir que es la nueva dama del suspense. Es un libro ideal para tener en la mesilla de noche, para leer antes de dormir un rato, o para leer en cualquier momento, despejándonos así de nuestra vida corriente.
Ciertamente no es una obra de la calidad literaria de Ana María Matute o de otros autores. Pero sin embargo, consigue el fin para el que fue escrito: entretener teniéndonos en suspense hasta el final de sus páginas.
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