Un seminarista me lo ha contado. Don Antonio Cañizares ha sido hospitalizado en Roma afectado por un trombo. Lo que no sabe es dónde está ubicado dicho trombo.
La verdad es que no me ha sorprendido demasiado. La vida que ha llevado el último gran Primado ha sido muy dura. No se ha cansado en viajar, en dar conferencias en un lugar y en otro, con tal de ganar a alguno, como diría san Pablo. No ha sido vida la que ha llevado. Se ha desgastado en su ministerio. Y ahora el cuerpo le pasa factura. Ójala que la ubicación del trombo no sea peligroso, y no le deje ninguna clase de secuela para que pueda desarrollar bien su nueva misión de estar junto a Pedro y colaborando con Él. Por eso, oremos...
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