Seguro que todos recordamos ese ser repulsivo de la saga "El señor de los anillos" que hacía la vida imposible el gnomo protagonista repitiendo machaconamente "Mi tesooooooooro". Cantinela insoportable, pero que hacía ver cómo el ser humano, cunado ha encontrado el motivo de la vida - el tesoro- es capaz de hacer todo lo humanamente posible o imposible.
Pues en estos días santos que ya estamos concluyendo bien podemos decir mirando a Jesucristo: ¡ mi tesoooooorooooo! Pero ya no es un tesoro escondido, sino que está abierto de par en par en manos, pies y costado, para que todo el que quiera le pueda encontrar. No hay que hacer ningun tipo de esfuerzo, pues está levantado sobre la tierra y podemos descubrir que "EL ES".
Jesucristo ha manifestado su amor desbordante, se ha presentado como un auténtico LOCO, un loco de amor, un loco mendigo de amor; un revolucionario del amor que cambia la historia de toda la humanidad. Magistral locura que ha hecho posible que el ser humano halle lo que su corazón ansiaba y Jesucristo colme superabundantemente su misma locura. Sus heridas nos curaron, dice san Pedro, pero tambien podríamos decir "Su locura ha curado la nuestra".
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