Ya hemos comenzado, con el rezo de las I Vísperas, a celebrar la Solemnidad de Santiago Apóstol Patrono de España.
La perícopa del Evangelio que la Iglesia en su Litirgia del día nos enseña:
- Que Santiago, antes de llegar a la santidad, instigó a su madre Salomé para conseguir de Jesús uno de los cargos más importante en su reino. Es que se ve que no nació santo, sino que progresivamente llegó a serlo un día lejano. Esta verdad me consuela enormemente al verme aún tan lejos de ls santidad.
- Que era un auténtico hijo del trueno, un lanzado. Sin saber a qué caliz se refería Jesús, dice que SI, que va beberlo, sin dudarlo. Me imagino que años después su hermano Juan el Evangelista recordaría este diálogo y entendería en qué consistía ese famoso cáliz.
- Que no hay que ambicionar tener cargos en esa comunidad de seguidores de Jesús por el afán de ser más importante. Que eso ocurre en otros ámbitos pero que en la Iglesia que ya estaba fundando el Señor nunca se debía dar.
- Que la actitud generalizada entre sus amigos incondicionales ha de ser el del servicio, olvidándose de sí mismo en favor de los demás. Hemos de ser servus servorum Dei, pero de verdad.
- Que si somos dóciles a la acción de la gracia en nosotros un día podemos pasar de desear lugares de honor, propio de imperfecciones, a decir tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres y no digamos dar la vida regando con la sangre la siembra del mensaje del Señor. Sabiendo que somos vasijas de barro, teniiendo conciencia de ello, es cuando dejaremos actuar la gracia en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario