El Gran Juan Pablo II al comienzo del tercer milenio nos llamó a una pastoral de santidad, esto es, a tomarnos en serio la llamada universal a ser perfectos, a ser santos e irreprochables ante Dios por el amor. ¿ Cuáles pueden ser los rasgos del santo moderno, del santo de hoy?
- Ha de estar revestido con las entrañas de misericordia, benignidad, modestia, paciencia (Col 3) y así producir los frutos del Espíritu para la santificación como la caridad, alegría, generosidad, comprensión de los demás, bondad y confianza, mansedumbre y dominio de sí mismo (cfr. Gal 5)
- Ha de estar su vida enraizada en Dios, teniendo expericia vital de Jesucristo, y de que sin Él no podemos hacer nada y que todo puede en Aquel que le da fuerzas. Es un enamorado de Jesucristo, viviendo así de forma contínua el "flechazo" de Dios.
- Ha de ser un contemplativo en la acción. Es quien encuentra respuesta a los problemas a la luz de la Palabra de Dios y con la oración personal y comunitaria. La Sagrada Eucaristía es el alimento que le da la fuerza para caminar.
- Ha de ser el que ha experimientado personalmente en su vida la resurrección y el paso del Señor. Y esa experiencia no está enclavada en el pasado sino que la revive continuamente. Vuelve una y otra vez al "amor primero".
- Ha de ser el que vive respirando las bienaventuranzas, encarnando la alegría interior que viene de la fe. en un mundo angustiado y pesimista, es el portador de la verdadera esperanza que ha encontrado en Jesucristo.
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