miércoles, 16 de julio de 2008

VIRGEN DEL CARMEN


Esta entreñable fiesta hunde sus raices en aquellos ermitaños del Carmelo, que recordaban aquella nube pequeña, de apariencia apacible y frágil, que apareció en el horizonte y que después cubrió por totalidad el monte Carmelo y le fecundó con su beneficiosa lluvia. Esa nube sencilla es símbolo de la pequeñez aparente, de la fragilidad de la Virgen María, anawin, pero que sin embargo cubre con sus virtudes y protección a los que buscan su amparo, asegurándose igualmente la fecundidad espiritual al ser maestra y madre de la vida espiritual. Al general carmelita Simón Stock le fue dado una librea, signo de la protección materna para aquellos que llevaran el escapulario carmelitano; un gesto de Madre Buena y Misericordiosa.

Carmen, poesía. La Virgen María es poesía de Dios, son versos de amor para con Ella misma y para con todos nosotros. Ella misma es poesía y hace poesía. ¿Acaso el Magnificat no es una poesía maravillosa en la que la Virgen vuelca toda su expericia de Dios?. En él, vemos cómo la Virgen entra y sale de los textos bíblicos con un conocimiento sentido y vivencial, capaz de hacer oración, de hacer poesía de amor.

Madre amantísima: Que nos cobijemos bajo tu acción fecunda, que nos dejemos enseñar por ti, maestra en el seguimiento de Jesús, que de nuestra experiencia vital del Divino Maestro seamos capaces, como tu, de hacer oración, de hacer poesía, de sabernos poesía de Dios.

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