lunes, 16 de junio de 2008

LEGIO MARIAE, DUC IN ALTUM



I.- La Sda. Escritura con cuenta un episodio hermoso que vamos a meditar en este momento ante Jesucristo Sacramentado. De cómo los apóstoles pasaron la noche entera intentando pesar sin sacar nada en claro: la mar estaba picada, las olas estaban bravas, además los mismo pescadores de la barca no se ponían de acuerdo dónde ir, dónde pescar, cómo echar las redes a tiempo, los peces estaban muy abajo. O bien no estaban allí donde echaban las redes… Todo este cúmulo de cosas hicieron que no pescaran nada. Llegaron a tierra cansados, no estaban motivados, diríamos hoy. Quizá alguno pensara en dejar las redes a un lado y buscar otro trabajo en otro sitio menos duro , menos expuesto a peligros, menos sacrificado, más cómodo.


II.- Esta misma escena se nos vuelve a repetir a nosotros. Si, mirad, la Sda. Escritura no solo relata algo que sucedió, sin que relata algo que sigue pasando y pasará, pues es viva y eficaz y el Espíritu que movió al escritor sagrado a plasmar por escrito esta situación hace que siga palpitando y siga sucediendo… También el legionario de María sale en una barca, nunca solo, a pescar, no peces, sino almas para Dios. También se vuelve a encontrar como los discípulos del Señor diversas dificultades para llegar a buen término:


1. Las almas están frías y distantes: el mundo con sus afanes hace que la realidad de Dios, de la inmortalidad del alma pase a un segundo término o a ninguno incluso. El afán de poseer, de disfrutar hace que el alma se endurezca, el corazón se vuelva roca y entonces las palabras de vida aparentemente resuenan en vacío. También se buscan cualquier excusa más o menos tonta para excusarse y no seguir al Señor, como aquellos invitados de la parábola del evangelio, que van poniendo excusas inventadas o falaces con tal de no asistir a la boda. La mentalidad de este mundo, que nos hace ver que toda opinión política o cultural tiene el mismo valor…incluso ha traspasado el ámbito de la fe. Y así tan válido es asistir o no a Misa, tan bueno es como orar o no hacerlo, tan válido es vivir o intentar adquirir virtudes cristianas y humanas…El mar del mundo está revuelto, sí es verdad…Como diría santa Teresa de Jesús hace 5 siglos: Son tiempos recios.


2. Por otra parte los pescadores de almas tienen distintos puntos de vista, como esos pescadores de peces, que a veces, hace que se pierdan energías vitales y se vayan poniendo barreras humanas que entorpecen la acción de la gracia. La soberbia de pensar que se posee la verdad, de que todo gire alrededor del mismo, hace igualmente que estos pescadores se entristezcan, pierdan valor y energías. Solamente recordando y teniendo claro por quien se está trabajando, por ninguna persona, no para agradar a ninguna solo a Jesucristo en su Madre hace que todo obstáculo desaparezca. La humildad, sigue siendo la base sin la cual no hay nada que hacer, se destruya la hermandad y unidad necesaria para trabajar. El pescador, al hacer en la cuenta de su malhacer se desmoraliza. Al caer en al cuenta de su propio pecado el apóstol se entristece. También se siente indigno de la labor que tiene entre manos.



III.-Así se encontraban los apóstoles: desanimados, desilusionados,


desmotivados como decíamos…¿qué hacer entonces?. Los legionarios viviendo todo esto a veces se desaniman, piensan en tirar la toalla..¿qué hacer entonces?. El Señor a sus apóstoles les dice: Duc in altum. Jesucristo nos dice a los legionarios duc in altum, remad mar adentro. Los apóstoles obedecieron y recogieron una gran redada de peces. Así también nosotros: Rema mar adentro, esto es, no te quedes al margen, no te bajes de la barca, sino que has de profundizar, has de adentrarte más en tu vida espiritual y apostólica.


IV.- Legionario de María: “duc in altum”, rema mar a dentro.


· Si eres auxiliar: no faltes a tus quehaceres en la oración. Hazla cada día con más devoción, teniendo conciencia que tu oración da fecundidad al trabajo activo que los otros legionarios desarrollan para hacer conocer más a Jesucristo por María. Interésate de los trabajos que desarrollan para orar más concretamente por sus frutos. No faltes a los actos que la Legión organiza.


· Si eres activo: Como los auxiliares ansía la santidad que es cosa para ti. Ten conciencia que alcanzarás la santidad en la Legión conociendo su estilo de actuar, conociendo su espiritualidad y viviéndola profundamente no quedándote al margen de su organización sino siendo generoso e incorporándote en todo aquello en lo que seas necesario realmente. Son los demás los que han de hacer: eres tu también el que has de remar mar adentro a pesar de ru pequeñez y miseria; Él quiere utilizar tu pequeñez para que se vea claramente que lo que haces es sólo de Él por su acción en ti. Rema mar adentro de su carisma y estilo, no te quedes atrás pues si no serás santo, no podrás al servicio de los demás tus talentos, te quedarás raquítico y escuálido en tu ser legionario y si la sal se vuelve sosa… No te escondas en los demás para tu no darte. Detrás de cargos no cubiertos hay falta de correspondencia, falta de amor a Dios, falta de espiritualidad, falta de entrega.



V.- Legionarios todos: Duc in altum. Rememos mar adentro con bríos, con ilusión aunque estemos cansados. En esta tarde escuchemos a Jesucristo que nos quiere decir y pedir muchas cosas para que nos adentremos y nos santifiquemos en la Legión de si Madre. Ójala escuchéis hoy su voz y no endurezcáis el corazón como nuestros padres en el desierto. No te resistas a sus inspiraciones, sino déjate llevar, fíate de Él y de su gracia y rema mara dentro y echaras redes y recogerás muchas almas para Dios.


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