jueves, 12 de junio de 2008

PIO XII Y LOS JUDÍOS (VI)



Respuestas a las diversas acusaciones :



1. El Papa Pío XII nunca hizo ninguna denuncia pública del


Nazismo, nunca descubrió el trasfondo negativo de la ideología nazista.



En 1937, el entonces papa Pío XI publicó gracias a la ayuda decisiva de su Secretario de Estado en entonces Cardenal Pacelli la encíclica redactada en alemán Mit Brennender Sorge[1] en la que se condenaba los planteamientos ideológicos del nazismo. La mano del futuro Pío XII está detrás de esta encíclica que se conserva con añadidos y retoques de su mano. Se puede decir que es el documento más duro que la Santa sede haya escrito contra un poder político en toda su historia. Tuvo que ser introducida clandestinamente en Alemania, distribuida con gran secreto entre los sacerdotes, y leído el 21 de marzo de 1937 en todos los púlpitos de Alemania. Comentándola, “En Alemania se enfrentan dos concepciones de la vida diametralmente opuestas, una fuerte por su origen divino, la otra armada con todos los medios ilegales de la coerción de la violencia. Se enfrentan una religión verdadera, trascendente, revelada y una pseudoreligión, materialista, pagana, brutal; una moral elevadamente pura, fundada en Dios y sobre la ley natural y divina, y una moral esencialmente baja, derivada de la oscura ley hereditaria de la sangre nórdica, del así llamado mito de la raza. El nacionalsocialismo se presenta se impone sobre todo como una concepción totalitaria de la vida y del mundo, cuyo fundamento está en el principio racista, que la reviste e informa enteramente y determina sus posturas e ideales y sus actuaciones prácticas. Es una concepción intransigente que pretende invadir, además del terreno político, el terreno religioso, y que tiende a concretarse por todos los medios en la forma del Estado totalitario racista, como un Molch devorador de todos los derechos del ser humano, ya afirmarse como religión única, obligatoria para todo portador de la sangre aria”[2]. Es que los elementos constitutivos del nazismo quedan descubiertos : la nueva religión ha de ser la sangre, la raza y el Führer. “No queremos otro Dios que no sea Alemania[3]. “El alma nacional íntimamente unida a la raza y a la sangre es la medida de todo pensamiento, valor y acción”[4] o bien “Nuestra fe está en la nación en el Reich y su profesión ante la nación y la bandera es un acto sagrado e inviolable que durará miles de años. Quien sirve a Hitler sirve a Alemania, quien sirve a Alemania sirve a Dios”[5].

El Cardenal Pacelli en una visita Lourdes, Liseaux, París y Budapest donde estuvo como Legado Papal, sin decir la palabra nazismo, dirigió una alocución, que todos entendieron a quienes se refería, en la que se condenaba abiertamente el nazismo.






[1] “ Con grandísima preocupación”,14 de marzo de 1937 AAS 29 (1937), pp. 145-167.

[2] Antonio Messineo, La vía dolorosa della Chiesa in Germania. La Civiltá Católica, 2085 (1 mayo 1937), p.22
[3] Cfr. Bayerische Kurier, 1929, num,2

[4] WILHELM G. Y WINFRIED, H. Cristen-Kreuz oder Hakenkreuz?. Colonia (1937) p.36

[5] Cfr. Volkischer Beobachter, 6, 7, 1936

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