martes, 17 de junio de 2008

PIO XII Y LOS JUDÍOS (VII)


El Papa Pío XII era amigo del Nazismo, como lo demostraría en Concordato con el régimen nazi, y sus relaciones con él eran favorables.



Entre 1933 y 1937, la Santa Sede envió más de 50 quejas diplomáticas al gobierno nazi sin recibir contestación alguna siendo Pacelli aún Secretario de Estado Vaticano. Cuando la encíclica Mit brennerder Sorge fue publicada, se recibió en el Vaticano la más enérgica repulsa de los gobernantes nazis[1], proseguido por una campaña anticatólica en Alemania, desmantelando las florecientes asociaciones católicas juveniles.


Respecto a la firma del Concordato entre la Iglesia Católica y la Alemania Nazi, hay que decir que fue el mismo Hitler el que indicó que lo quería, en medio de una persecución que ya existía en contra de la Iglesia Católica localmente[2] y que si no se hubiera llevado a cabo, ésta hubiera sido a nivel estatal aún antes de la guerra. No fue éste además el primer tratado que Hitler firmara, pues anteriormente a él lo hizo con Gran Bretaña, Francia, Italia en el llamado “pacto de los cuatro países”. “Pacelli sabía que no podía confiar en Hitler y advirtió al diplomático inglés Kirkpatrick pocas semanas después que se parafraseó el Concordato (20 de julio de 1933)”[3].


Al día siguiente de la elección del Cardenal Pacelli como Papa el órgano del partido nazi , el Berliner Mongenpost, escribió que “la elección del cardenal Pacelli no es aceptada con gusto por Alemania porque siempre se ha opuesto al nazismo”[4]. Después del radiomensaje de Navidad de 1942 pronunciado por el Papa Pacelli sobre la humanidad dolente , la GESTAPO hizo un informe en el que decia: “De manera jamás conocida antes, el Papa ha repudiado el Nuevo Orden Europeo Nacionalsocialista. Es cierto que el papa no ha hecho refería por su nombre al nacionalsocialismo germano, pero su discurso ha sido un largo ataque a todo cuanto nosotros sostenemos y creemos.... Además, ha hablado claramente a favor de los judíos”[5]. Incluso la prensa comunista de la época refleja que el nuevo Papa Pío XII es un abierto anti-nacionalsocialista:”Llamado a suceder a quien había opuesto una enérgica resistencia a las concepciones totalitarias fascistas, que tienen a eliminar a la Iglesia Católica, el más directo colaborador de Pío XI, los cardenales han hecho un gesto significativo poniendo al frente de la Iglesia a un representante del movimiento católico de resistencia”[6]. La reacción de los nazis ante la llegada de Pío XII fue comprensible, pues como Nuncio en Alemania, Mons. Pacelli pronunció, cuarenta de cuarenta y cuatro, discursos en los que denunciaba algún aspecto de la ideología nazi[7] y “en marzo de 1935 escribió una carta abierta de Colonia definiendo a los nazis como “falsos profetas, el orgullo de Lucifer”[8].”En 1935, durante una entrevista con el heroico antinazi Dietrich von Hildebrand, Pío XII declaró: “No hay posibilidad de conciliación” entre el cristianismo y el racismo nazi porque son como fuego y agua”[9]


En noviembre de 1939 y en los primeros meses de 1940, hubo un intento de algunos generales alemanes de dar un golpe de estado y de volver a restaurar la democracia. Éstos hicieron llegar sus planes al Vaticano, que a su vez , arriesgadamente, se lo hizo llegar a los aliados que vieron a estos generales como traidores de su patria.[10] Esto después no pudo ocurrir, pero el Papa Pío XII participó activamente en este proyecto[11], advirtiendo a los aliados de la inminente invasión alemana de Holanda, Bélgica y Francia[12]


La acción del Papa Pío XII siguió de la misma manera que tuvo antes de subir a la sede petrina, lo que llevó a Hitler a un odio tan profundo que mandó arrasar a sangre y fuego el Vaticano , secuestrar y confinar al Papa en algún lugar del Principado de Lechtenstein, donde habría de estar retenido como rehén del ejército alemán. Este plan no llegó a cumplirse gracias a la firme oposición del general Karl Wolf que tenía que cumplir la orden, comandante de las SS en Italia, que logró disuadir a su superior.[13] El motivo de todo ello era “por la protesta del papa a favor de los judíos”[14]


El odio del régimen nazi al Papa Pacelli tenía su razón de ser en que él había sido capaz de descubrir los fundamentos malignos de la ideología que sostenía el régimen alemán nazi. Él fue el único que fue capaz de descubrir el trasfondo filosófico del nacionalsocialismo tan contrario a la dignidad humana y a la Ley de Dios, y fue el único también en manifestar todo ello ya siendo Nuncio, Cardenal Secretario de Estado Vaticano y después Papa. Mientras, los políticos de la Europa liberal miraban para otro sitio, pues no querían entrar en conflicto y veían al nazismo como una mera filosofía condenada por la Iglesia Católica pero que nada iba a tener en relación con sus respectivos estados. El tiempo les haría ver lo equivocados que estaban, lo peligroso que era el nazismo para el género humano y sus libertades.


[1] 12 de abril de 1939, embajador ante la Santa sede Von Bergen


[2]www.zenit.org/spanish/archivo/documen/gumpel-SP.html


[3] Ibídem.


[4] Berliner Mongenpost,3 de marzo de 1939


[5] Informe de la GESTAPO recogido en “Judging Pope Pius XII”, Incide the Vatican, junio de 1997, p.12


[6] K.O. L´élection du Pape, La Correspondance Internationale, núm. 10, 11 de marzo de 1939, París.


[7] Cfr. www.conoze.com/doc.php?doc=1510 p.2


[8] Ibídem.


[9] Ibídem.


[10] DAVIDE MALACARIA. “Esos ´criminales´ que querían poner fin a la guerra” en 30 Días, 3 (2.003) p.36


[11] Cfr. Andrea Tomielli, en www.conoze.com/doc.php?doc=718 p. 1-2


[12] www.conoze.com/doc.php?doc=1510 p.2


[13] Cfr. www.conoce.com/doc.php?doc=/14


[14] www.conoze.com/doc.php?doc=1510, p.3


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