lunes, 9 de junio de 2008

PIO XII Y LOS JUDÍOS (IV)




Testimonios antes de su fallecimiento:
No solo tenemos testimonio ante su fallecimiento, que es cuando salen a la luz las alabanzas, sino que al terminar la segunda guerra mundial fueron muchos los reconocimientos que tuvo públicamente por su actitud a favor de la paz y de los hermanos hebreos. Así:
· “Sólo la Iglesia permaneció de pie y firme para hacer frente a las
campañas de Hitler para suprimir la verdad. Antes no había sentido ningún interés personal por la Iglesia, pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración, porque solo la Iglesia ha tenido la valentía y la obstinación de sostener la verdad intelectual y la verdad moral. Lo que antes despreciaba ahora lo alabo incondicionalmente”[1]

· Acabada la guerra, los judíos quisieron manifestar al Papa su reconocimiento y solicitaron “el sumo honor de poder agradecer personalmente al Santo Padre su generosidad hacia ellos, perseguidos durante el terrible período del nazi-fascismo”. La audiencia fue concedida el 29 de noviembre de 1945. Ochenta delegados de los judíos refugiados, provenientes de los campos de concentración, fueron recibidos en una sala del apartamento pontificio. [2]
· En el volumen 10 de las Actes et Documents du Saint-Siége relatifs a la Seconde Guerre Mondiale[3] se recogen muchos de los mensajes de afectuoso reconocimiento que las diversas organizaciones mundiales judías enviaron al Papa Pacelli.
· El American Jewish Comité y el Comité “to save the jews of Europe”, hicieron llegar al Santo Padre la “expresión de los sentimientos de profundo reconocimiento por las decisivas mejoras obtenidas en Hungría, donde la deportación cesó gracias a la intervención de Santo Padre”[4].
· “La Santa Sede está prestando su poderosa ayuda donde es posible, para aliviar la suerte de mis correligionarios perseguidos”[5].
· “Le dije (a Pío XII) que mi primer deber era darle las gracias a él, y a través de él a toda la Iglesia Católica, en nombre del pueblo judío, por todo lo que han hecho en diversos países para proteger a los judíos”[6]
· “El pueblo de Israel no olvidará nunca a Su Santidad y sus ilustres delegados, inspirados por los principios eternos de la religión que se hallan en la base de la auténtica civilización, están haciendo por nuestros desventurados hermanos y hermanas en la hora más trágica de nuestra historia, una prueba viviente de la Divina providente en este mundo”[7].
· En septiembre de 1945, León Kubowitzky, secretario general del Congreso judío mundial, agradeció personalmente al Papa sus intervenciones, y este organismo donó 20.000 dólares de la época al Óbolo de San Pedro “como signo de reconocimiento por la obra desarrollada por la Santa Sede salvando a los judíos de las persecuciones fascistas y nazis”[8].
· “Más que otro, hemos tenido la oportunidad de experimentar la gran y compasiva benevolencia y la magnanimidad del Papa durante los años infelices de la persecución y del terror, cuando parecía que para nosotros ya no había salida alguna”[9].
· El New York Times en su editorial de Navidad de 1941, elogió al Papa Pío XII por “ponerse plenamente contra el hitlerismo” por “no dejar duda de que los objetivos de la Nazis son irreconciliables con su propio concepto de paz Cristiana”[10].
· “Varios historiadores , como Joseph Lichten, de B´nai B´rith (organización judía dedicada a denunciar el antisemitismo y mantener viva la memoria del genocidio nazi), han documentado los esfuerzos del Vaticano a favor de los hebreos perseguidos. Según el mismo Lichten, en septiembre de 1943, Pío XII ofreció bienes del Vaticano como rescate de los judíos apresados por los nazis. También recuerda que, durante la ocupación alemana de Italia, la Iglesia, siguiendo instrucciones del Papa alimentó y escondió a miles de judíos en la Ciudad del Vaticano y en Castengandolfo, así como en templos y conventos”, y Lichten, escribiendo en el boletín del Jewish Antidefamation League dijo en 1958 que “la oposición de Pío XII al nazismo y sus esfuerzos para ayudar a los judíos en Europa eran bien conocidos por mundo que sufre”[11].
· “Ante todo, dirigimos un reverente homenaje de gratitud al Sumo Pontífice y a los religiosos y religiosas que, siguiendo las directrices del Santo Padre, vieron en los perseguidos a hermanos, y con valentía y abnegación nos prestaron su ayuda, inteligente y concreta, sin preocuparse por los gravísimos peligros a los que se exponían”[12].
· El diplomático israelí Pinchas Lapide calculó que Pío XII fue personalmente responsable por salvar al menos 700.000 judíos.[13]

Es impresionante este cúmulo de agradecimientos, de homenajes escritos o de otra índole que en vida recibió el Papa Pacelli, de parte de todos aquellos que salvaron su vida gracias a su acción y/o de sus colaboradores cumpliendo sus órdenes. Es sorprendente que después todo esto se olvidara y se tejiera tal maraña de mentiras y medias verdades sobre la actuación papal durante el holocausto nazi.

[1] ALBERT EINSTEIN, Times Magazine, 23 de diciembre de 1940, p. 40
[2]“Confortatrici ed illuminate parole del Sommo Pontífice in resposta all´omaggio riconocente di ebrei profughi” L´Osservatore Romano, 30 de noviembre de 1945, primera página.
[3] Librería Editrice Vaticana, Roma, 1980
[4] Ibídem, p. 34
[5] Chaim Weizmann, que fue primer jefe de estado de Israel en www.conoze.com/doc.php?doc=1510
[6] Moshe Sharett, viceprimer ministro israelí, al término de la II Guerra mundial www.conoze.com/doc.php?doc=1510
[7] Isaac Herzog, rabino jefe de Israel, mensaje en febrero de 1944 en www.conoze.com/doc.php?doc=1510
[8] Ibídem.
[9] Elío Toaff, judío superviviente, que llegó a ser rabino de Roma, Ibídem.
[10] www.corazones.org/apologética/nazi_iglesia/holocausto_pío12.htm , p.2
[11] Ibídem. p.2
[12] Ibídem.
[13] Ibídem, p 3.

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