Para concluir los sacerdotes del arciprestazgo de Toledo el curso pastoral, fuimos a la ermita de la Virgen en Mora, donde rezamos, comimos y dialogamos. Allí había un gato que nos seguía a todas partes, incluso en la capilla. Creo que al verme de negro y blanco como él se hizo muy amigo mío. Amadeo me hizo esta hermosa foto como recuerdo del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario